El “Nine” vuelve con su mirada triste al complejo de Tumbaco
Todos los problemas extras que experimentó en su vida personal acentuaron la mirada triste que siempre ha lucido el delantero Jaime Iván Kaviedes. Ayer al ser presentado en El Nacional, pese a la algarabía del plantel y de indicar que está feliz de tener una nueva oportunidad, sus ojos verdes reflejaban melancolía.
En ellos se puede palpar que, mientras habla, su mente divaga en otros terrenos. Los tratamientos médicos a los que se sometió, sin concluirlos, dejan abierta la posibilidad de que sicológicamente no esté totalmente recuperado.
Ese aspecto lo comparte el DT Mario Saralegui, pero prefiere no ahondar en el asunto. Solo tratará internamente con el jugador.
“Hay cosas que uno piensa y deben quedar en uno. Lo que sí es claro es el compromiso de respeto que tenemos con Iván y se debe cumplir”, comentó.
A sus 33 años, el “Nine” vuelve a vestir la divisa “criolla” que defendió en 2007 con la que logró 14 conquistas. Precisamente ese fue el último año que terminó un contrato.
Su nuevo vínculo entre los “rojos” durará 6 meses y se podrá extender según su rendimiento. “El 90% de lo que pueda conseguir Kaviedes en el club y en su vida dependerá solamente de él. El 10% lo pondrá el plantel”, reiteró el DT.
Mientras saludaba a sus nuevos compañeros en el complejo de Tumbaco, Kaviedes dijo que le impactaron las expresiones de su nuevo adiestrador, quien le recordó que tiene condiciones futbolísticas y la ocasión de volver a mostrarlas. como cuando alcanzó en 2001 la anotación ante Uruguay que significó la clasificación ecuatoriana por primera vez a un mundial.
Jaime Iván reconoció que tuvo grandes tropiezos en su vida, pero que ahora tiene en Dios a su nuevo guía espiritual. “Recibí una nueva oportunidad y voy a tratar de ponerme pronto en forma para ser el aporte que el club desea”, expresó.
Entre los “militares” encontró a un viejo conocido. Se trata del defensa Juan Triviño, con quien fue parte de los “Extraterrestres” de Emelec (2001). Saludaron cordialmente y departieron después de la práctica.
El “Nine” solo trotó alrededor de la cancha junto al fisioterapista Leandro Simbaña. Según el preparador físico Gabriel Souza, el futbolista tardará entre 4 semanas para poder debutar en el torneo local. “Vamos a comenzar con pequeños ejercicios y poco a poco iremos incrementando el nivel”, explicó.
Ahora la meta del atacante es reencontrarse con su fútbol y retornar a la selección ecuatoriana en el proceso eliminatorio para el Mundial de Brasil 2014. “Tengo ese sueño y espero cumplirlo”, señaló.
Los líos económicos que tuvo con Liga de Quito fueron superados en diciembre de 2009 cuando Macará lo vinculó a sus filas y entregó como parte de un pago de 117 mil dólares el pase del defensa Enrique Gámez. Ahora serán los “militares” los que pongan la plata para solventar el préstamo con los ambateños.
“Ya hablamos con la dirigencia de Macará y se estableció un cronograma de pagos”, indicó el presidente Ángel Sarzosa, quien acotó que el ex seleccionado tendrá su domicilio muy cerca a la concentración de Tumbaco y allí residirá con su familia de Brasil.