El Nápoles se afianza y hunde al Marsella
El Nápoles se impuso en el estadio Velódromo de Marsella (1-2) y afianzó sus opciones de liderar el grupo F de la Liga de Campeones, al tiempo que dejó casi sin opción al Olympique de continuar en la máxima competición europea.
El conjunto de Rafa Benítez demostró más oficio y calidad ante una formación que aguantó solo el primer tiempo, pero que apenas demostró capacidad de hacer daño a su rival.
Un tanto de José Callejón cuando agonizaba la primera mitad y otro del colombiano Duván Zapata sobrepasada la hora, sentenciaron a un Marsella que, ante su público, demostró que Europa le viene grande y que solo acortó distancias en los minutos finales.
Los franceses han perdido sus últimas cinco confrontaciones en la Liga de Campeones y han concedido doce tantos, su peor serie europea desde 2008.
Unido a su mala marcha en Francia, donde es quinto, el equipo de Elie Baup -que no ha ganado más que tres de sus 14 encuentros en Liga de Campeones como entrenador- atraviesa un paso difícil.
En Europa ha concedido tres derrotas y sus opciones son poco menos que milagrosas.
Todo lo contrario que un Nápoles que se reengancha a Europa tras haber caído derrotado contra el Arsenal hace tres semanas. Con este triunfo, los de Benítez, que se presentaron en Marsella tras haber perdido contra la Roma, alejan también el fantasma de la crisis.
El Nápoles controló el encuentro con la posesión, pero demostró que le cuesta traducir el dominio en ocasiones.
A los 42 minutos, el argentino Gonzalo Higuain, que cumplía su partido número 50 en la competición europea, logró romper el cerco con un pase largo, medido, que Callejón supo aprovechar para engañar dentro del área a la defensa y al meta locales.
Higuaín dejó su puesto a Zapata, que en 9 minutos sentenció la contienda. Recibió un balón de Martens en la medular del área y de potente disparo lo encajó en la escuadra de Mandanda.
El tanto fue un jarro de agua fría para el Marsella, que apenas hizo ademán de lanzarse en busca de la remontada. Solo la salida de Jordan Ayew en sustitución de Gignac hizo renacer la esperanza, sobre todo cuando en el minuto 86 sirvió a su hermano André para que cruzara un balón que sorprendió a Reina y acortara distancias. Pero apenas quedaba tiempo y el Nápoles controló la situación.