Con velocidad, juventud y  certeza, El Nacional empató ayer 1-1 con Liga de Quito   en Casa Blanca y consiguió  el tercer cupo ecuatoriano para la Libertadores 2012. Se enfrentará a Libertad de Paraguay en enero.

El elenco de las Fuerzas Armadas doblegó al experimentado y reciente subcampeón de la Sudamericana y lo sometió a su ritmo con rápidos despliegues por las bandas.

El local no tuvo más remedio que intentar frenarlo con disparos de larga distancia, porque en jugadas fue totalmente superado por el físico de los futbolistas rivales que imprimieron velocidad.

En las gradas hubo el  respaldo de cerca de 3 mil seguidores que apostados en la general sur alta soportaron el frío quiteño de cerca de 8ºC y durante los 90 minutos alentaron al cuadro visitante que retornará a un certamen foráneo después de tres años.

Por eso la felicidad no cabía en los seguidores, tampoco en el cuerpo técnico “militar” donde el uruguayo Mario Saralegui gritó como nunca antes la anotación del delantero Juan Luis Anangonó, quien contabilizó 22 anotaciones en el año.

El cuadro de LDU exhibió cansancio y falta de coordinación entre sus jugadores que concluyeron exhaustos el año con 66 partidos disputados y sin ningún premio final.

Por eso salieron aplaudidos, pero con la mirada al piso, desconcertados porque en las estadísticas de la temporada consiguieron 4 triunfos ante el mismo rival. Solo perdieron en el cotejo de ida de esta definición.

En el primer tiempo ambos elencos se permitieron un estudio de sus virtudes y deficiencias. Dejaron que el balón rodara sin mayor marca, aunque con mucha equivocación en  los pases. Ninguno tuvo ocasiones claras para anotar en portería contraria por eso los goleros no se despeinaron.

Para la etapa de complemento, LDU salió más presionada e intentó descomponer el planteamiento del rival. Confundió a los jugadores y los obligó a recurrir a faltas innecesarias para frenar las llegadas.
Así se contabilizaron cinco tarjetas amarillas, tres para el cuadro que accedió a la Libertadores.
Con eso superaron a un desgastado adversario al que le desnudaron sus debilidades.  

El ingreso del experimentado Néicer Reasco en lugar del joven Alexander Pavón no contribuyó en la movilidad que esperó el técnico Edgardo Bauza. Fue Pavón quien más llegada generó e incluso tuvo la velocidad de la que careció su reemplazante.

La lectura táctica de Mario Saralegui fue mejor. Refrescó aún más las líneas y permitió mayor despliegue de sus jugadores. José Madrid por la banda derecha dio más llegada y él fue quien entregó el pase para una definición impecable del delantero imbabureño Juan Luis Anangonó que puso el delirio en la hinchada visitante.

Los jugadores dirigidos por el uruguayo Mario Saralegui se fundieron en un solo abrazo. Era la cristalización de algo que parecía muy distante de la realidad.

Pero sufrieron en los último minutos con el perfecto disparo de Luis Bolaños que puso la igualdad y también cuando el defensa Ricardo López desde la raya sacó una pelota que no  pudo atajar el arquero Danny Cabezas. Mas la superioridad física y anímica pudo más y el cupo por el repechaje copero  se lo llevó El Nacional.