El fútbol llega a las barriadas argentinas por canal DeporTV
El Gobierno argentino sigue sumando señales audiovisuales a su grilla oficial. Esta vez le tocó a un canal deportivo, DeporTV, que fue presentado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Tecnópolis, la megaferia de ciencia y tecnología impulsada desde hace un par de años por la Jefa de Estado.
Si bien desde agosto de 2009 el Gobierno conforma una sociedad con la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) y transmite a voluntad los partidos del fútbol de Primera y Segunda división por los canales de aire, ahora se suma esta nueva propuesta que integrará la grilla de Televisión Digital Abierta, una suerte de operador oficial para cuyo acceso no es necesario pagar abonos ni paquetes, sino apenas el decodificador digital.
El nuevo canal de deportes, que aparte del fútbol transmitirá el automovilismo nacional (también en manos del Gobierno), puede verse -además- en alta definición a través de Internet desde streaming.deportv.gov.ar, sitio oficial de la señal.
Hace unas horas se hizo el lanzamiento oficial, pero la realidad es que DeporTV estaba a prueba desde hace un año. La programación que promete es muy atractiva e incluye los partidos de la selección por las Eliminatorias hacia Brasil 2014, encuentros de la renovada Copa Argentina (un símil Copa del Rey que juegan equipos de todas las categorías), boxeo de primer nivel, hockey, atletismo… Por supuesto, también dos noticieros diarios y unos cuantos especiales, incluyendo uno sobre Lionel Messi. “Tuvimos que llegar nosotros para que en las barriadas pudieran ver fútbol en familia”, dijo la presidenta argentina.
Antes de la creación del programa Fútbol para Todos, en 2009, el fútbol argentino estaba en manos privadas, una sociedad conformada por la propia AFA y el grupo Trisa, propiedad de Clarín y Torneos y Competencias.
En aquel momento, para acceder a los partidos, había que tener una suscripción al servicio de cable y, en algunos cotejos específicos -los más importantes-, pagar un adicional para decodificarlo. Hasta que el Gobierno le hizo a Julio Grondona -presidente de la AFA- una oferta muy superior a la que obtenía por parte de los privados y entonces el viejo contrato se rompió para dar paso al nuevo y al anuncio de que en adelante los goles ya no estarían “secuestrados”.
¿Qué llevó al Gobierno a hacer esto? Su pelea con el grupo Clarín. Pese a que en un principio la relación con los Kirchner fue tan cordial como para que le permitieran, en diciembre de 2007, la fusión de Cablevisión y Multicanal (los dos operadores de cable mayoritarios que concentraban el 47% del mercado), el conflicto agropecuario de 2008 los separó y allí mismo empezó una guerra que hoy continúa.
La Ley de Medios, que el Gobierno impulsa y que se encuentra trabada en la justicia por un pedido de Clarín, no es otra cosa que el reflejo de esa lucha de poderes. Mientras desde la Casa Rosada lo acusan de monopolio -tiene al menos cuatro diarios y acciones en otros, un canal de aire, varios de cable, radios en AM y FM, una agencia de noticias, es socio mayoritario de Papel Prensa y posee portales de Internet, además del ya mencionado operador de cable-, el multimedio considera inconstitucionales los artículos de la ley que obligan a desinvertir. Esto es: vender el excedente de licencias hasta alcanzar el número que autoriza la nueva norma.
Al mismo tiempo, el nuevo canal de deportes es uno más de una larga lista de medios que de una u otra manera controla el Gobierno. Hay algunos que directamente son estatales, como Canal 7, radio Nacional o la agencia de noticias Télam. Pero también hay otros tantos que pertenecen a sindicatos afines y a universidades, más una enorme cantidad de grupos oficialistas, a los cuales el Estado maneja a cambio de entregarle buena parte de la pauta publicitaria. En esas condiciones hay ocho grupos económicos que nuclean 13 canales, 17 radios, 25 diarios, seis revistas y un portal de Internet.
Las transmisiones de fútbol por TV se convirtieron en el principal órgano de propaganda gubernamental: las previas y los entretiempos se usan para publicitar los nuevos logros de la administración kirchnerista cuando no para atacar adversarios. Y los propios relatores y comentaristas se encargan de “vender” en medio del partido de mayor rating -domingo último turno- el contenido del programa político que arranca inmediatamente después: 6, 7, 8 toma una pantalla caliente y refleja con pelos y señales la opinión del Gobierno.
Hoy, más que nunca, la realidad se construye y se destruye, se muestra, se oculta y se manipula con visiones parciales de uno y otro lado a través de los medios de comunicación.