Un decálogo que hace que el “Ídolo” acaricie su estrella número 14
1 La alimentación debe ser responsable y ordenada
Las hamburguesas, los hot dogs, los tacos y los pasteles de carne o chorizo con salsa de aguacate que venden afuera del estadio Monumental están tajantemente prohibidos. El que los coma y sea descubierto será sancionado y excluido para el siguiente partido. Las grasas saturadas no son parte de la dieta. Con Gustavo Costas al mando, los jugadores comen cuatro veces por día.
2 El contacto con la prensa tiene un cronograma establecido
El entrenador lo aprueba antes de hacerlo público. Por día hablan dos jugadores, de preferencia quienes sean el centro de la noticia. Pese a eso, no está prohibido hablar fuera de este cronograma. Esa es una decisión propia. Él habla dos veces por semana: una después del partido del fin de semana (martes generalmente) y otra antes del siguiente encuentro del torneo (jueves o viernes).
3 Los problemas dentro del grupo se tratan únicamente en privado
El jugador que irrespete esta disposición deberá someterse a las sanciones que le imponga la dirigencia del club, de acuerdo con sus estatutos, y al castigo que establezcan sus compañeros y el cuerpo técnico. Nada se dice a espaldas del otro. La frontalidad y la sinceridad son fundamentales en las relaciones diarias del grupo. Si un jugador no está de acuerdo con algo, debe decirlo.
4 La puntualidad siempre será un principio inviolable
No respetar este punto implica una falta de respeto hacia el resto de compañeros. La llegada a los entrenamientos será siempre media hora antes de lo establecido. Lo mismo se aplicará para las concentraciones. Todos se despertarán y se acostarán a la misma hora mientras estén concentrados. Quien no lo cumpla, invitará a comer a todo el equipo después del partido del fin de semana.
5 Todos los jugadores deben prestar la misma atención
Durante las comidas, las charlas técnicas y los entrenamientos, los celulares y demás dispositivos electrónicos deben estar apagados. Los auriculares están prohibidos durante estos momentos. Quien no acate aquello deberá pedir disculpas inmediatamente antes de continuar con las actividades normales.
6 Los programas de farándula están completamente vetados
Las cámaras de los programas de farándula y sus reporteros no tienen acceso a los entrenamientos. Los jugadores tienen prohibido dar entrevistas y acudir a este tipo de espacios televisivos. Quien lo haga será sancionado por la dirigencia y por el cuerpo técnico. Toda entrevista se gestiona a través del departamento de Relaciones Públicas del club guayaquileño.
7 La solidaridad con los compañeros es vital en el grupo
Eso ayuda a fortalecer y a unir más a la plantilla de jugadores. Cuando un futbolista se lesiona, todos deben llamarlo o visitarlo para mostrarle su respaldo. Es una manera de hacerle saber que el equipo se interesa por lo que le ocurre, no solo en el campo de juego sino también fuera de él. Así se fortalecen los vínculos y el compañerismo.
8 El descanso es primordial para tener un buen estado físico
Los jugadores deben dormir por lo menos 9 horas en las noches y tres en la tarde, después del almuerzo y antes de la tercera comida del día. Mientras más horas duerma un jugador, mejor y mayor será su desempeño en los entrenamientos y en la cancha. Las horas de sueño de los futbolistas, durante la concentración, son vigiladas por el técnico y sus colaboradores más cercanos.
9 Prohibidos los esfuerzos extras después de cada partido
Luego de salir del estadio, los jugadores que fueron titulares y los que estuvieron en la banca de suplentes regresan a la concentración hasta el siguiente día, tras la práctica matinal. Si no hay entrenamiento, saldrán a las 08:00. Nadie recibe permiso para ir a su casa luego del partido. Esta regla se cumple sin excepciones, para garantizar el descanso necesario.
10 El compromiso va más allá del torneo anual
Finalizada la temporada, el entrenamiento “invisible” continúa. El jugador mantiene el mismo estilo de descanso y alimentación que tuvo mientras se hallaba en plena competencia. La comunicación continúa en el grupo y hay reuniones esporádicas para mantener fuertes los vínculos de unión. El técnico se encarga de llamar a los jugadores para saber cómo están.