Antonio Valencia hace lo que quiere por el sector derecho de ataque del Manchester United. Por lo menos esa es la impresión que deja el extremo ecuatoriano cada vez que se pone la camiseta número 25 de los “Diablos Rojos”.

Semana tras semana, el jugador nacido en Lago Agrio (4 de agosto de 1985) es figura en su equipo, como sucedió ayer, en el triunfo 2-0 del United sobre el Queens Park Rangers (QPR), en Old Trafford.

A pesar de no marcar, Valencia desquiciaba a la mermada defensa visitante con sus llegadas por la derecha y varias ocasiones con diagonales por el centro. Wayne Rooney fue otro de los que se mostraba inspirado y no dudaba en probar fortuna con disparos lejanos.

Se enfrentaron ayer el equipo con más penaltis a favor en la Premier League (el United, con 10 penas máximas) contra el cuadro que más tarjetas rojas ha visto (el QPR, que ha tenido siete expulsiones este curso), y el peso de la estadística tardó apenas quince minutos en hacerse patente.

En una de las primeras llegadas al área de los “Diablos Rojos”, el defensa inglés del QPR, Shaun Derry, derribó a Ashely Young  que se disponía a encarar al guardameta Patrick Kenny.

Derry dejó a los visitantes con 10 cuando todavía quedaba por delante un abismo de 75 minutos, mientras Rooney no desaprovechó la ocasión de sumar su tanto número 22 en liga con un disparo desde los once metros, pegado al palo izquierdo que Kenny no logró atrapar pese a que había adivinado su trayectoria.

Con el marcador a favor y el rival aturdido, el monopolio del United sobre el césped se volvió incuestionable, y el Queens Park se preparó para vivir su vía crucis particular en el estadio del United.

La segunda parte no varió el devenir de un encuentro en el que el QPR parecía haberse resignado a tratar de aguantar hasta el pitido final sufriendo los menores daños posibles. El inglés Danny Welbeck se había sumado a Rooney y Valencia en el ataque y creaba ocasiones de peligro que solo gracias a la fortuna y el buen hacer de Kenny bajo los palos no se traducían en un marcador más abultado para los locales.

Los de Alex Ferguson disfrutaban de una posesión del balón cercana al 70%, un dominio que apabullaba al rival y que Old Trafford solo ha visto en contadas ocasiones en una temporada en la que los “Diablos Rojos” no han dudado en hacer del contragolpe una de sus trampas favoritas para cazar al rival.

A pesar del monólogo sobre el campo, no fue hasta el minuto 67 cuando el United sumó el segundo de la tarde, gracias a un disparo lejano del veterano Paul Scholes.

El incombustible centrocampista, de 37 años, se reincorporó este año, después de haber anunciado su retirada del fútbol, para ayudar a una plantilla que parecía corta para afrontar las competiciones.

A falta de seis jornadas para que concluyera la Premier League, el Manchester United sumó 79 puntos y está a 8 de ventaja de su más cercano perseguidor, el Manchester City, que ayer cayó 1-0 ante el Arsenal.

Los dirigidos por Ferguson están enfilados hacia el título de la temporada 2011-12,  que sería el segundo para Valencia que llegó al United en 2009.

El amazónico ya se consagró en la edición pasada de la Premier League, pero este año ha tenido mayor protagonismo, siendo nombrado por los hinchas como el jugador del partido en varias ocasiones. El ecuatoriano ha conseguido además los títulos de la Carling Cup y la Community Shield con los “Diablos Rojos”.