David Nalbandian, durante más de una década el mejor tenista argentino, anunció su retirada del tenis profesional con una gran deuda pendiente, ganar con su país la Copa Davis.

Con 31 años y sin poder recuperarse totalmente de una doble operación de hombro y cadera a la que fue sometido en mayo último, el Rey David anunció ayer el fin de su carrera profesional, que duró trece años.

Con once títulos en su palmarés, entre los que destacan los Masters Series de París y Madrid de 2007 y el Torneo de Maestros de 2005, David Nalbandian llegó a ser durante diecinueve semanas el número tres del mundo entre marzo y agosto de 2006.

Además, el cordobés estuvo entre los diez mejores del ránking de la ATP durante cinco temporadas consecutivas entre 2003 y 2007.

Nalbandian accedió a las semifinales de todos los Grand Slam, y es el único argentino que llegó a la final en Wimbledon, en 2002, cuando perdió ante el australiano Leyton Hewitt.

David nació en la localidad de Unquillo, a 24 kilómetros de la ciudad argentina de Córdoba, el 1 de enero de 1982.

Hijo de Norberto y Alda demostró siempre una pasión por el tenis, que comenzó en la también localidad cordobesa de Río Ceballos detrás de sus hermanos Javier y Darío, que luego fue su entrenador.

Durante toda su carrera fue el emblema de la denominada Legión que le permitió al equipo albiceleste llegar tres veces a la final de la Copa Davis, en 2006, 2008 y 2011, aunque nunca alzarse con la Ensaladera de Plata.

Contemporáneo del suizo Roger Federer, siempre demostró pasión por la pesca, los asados con sus amigos, la música de U2 y Coldplay, el fútbol, el rally, además de un gran fanatismo por River Plate.

Sus últimos destellos y el adiós a la raqueta será una exhibición en el predio Rural el 23 de noviembre, para luego pasar a ser una leyenda del tenis argentino donde ocupará un puesto privilegiado junto con Guillermo Vilas, José Luis Clerc, Gastón Gaudio y Martín Jaite, entre otros.