Con 10 hombres, Emelec tiñó de azul ayer la Casa Blanca al vencer a Liga de Quito por 1-0 y se afirmó como líder del campeonato ecuatoriano. Con ello extendió a  5 puntos la diferencia  sobre los “azucenas”.

A  los 54’, el “bombillo” perdió a Gabriel Achillier por una falta fuerte sobre Enrique Vera, sin embargo eso no mermó a los visitantes que con un mejor juego consiguieron la victoria gracias a la inspiración de Marcos Caicedo, a los 84’. Debido a  la emoción desatada en ese instante  el “Turquito” se confundió en un solo abrazo con el arquero Javier Klimowicz. Es más, no le importó recibir el impacto de un envase de plástico en su pecho.

Al contrario, soportó sin problema la lluvia de objetos que saltaron a la cancha con la anotación “millonaria”, y  con su mano derecha dando golpes en su cuerpo,   provocó más a la afición local que le gritó de todo.

Pero no estuvo solo. Desde  la general sur alta recibió el aliento de los cerca de 3 mil hinchas azules que encendieron con bengalas ese sector del estadio de Ponceano, mientras en  el resto del escenario el silencio y la oscuridad eran la tónica.

Después también puso su inteligencia para desesperar al adversario. Pateaba el balón lo más lejos posible del pasabolas y quemaba tiempo sin cesar.

Apenas terminó el cotejo corrió hasta el centro de la cancha para abrazarse con todos sus pupilos, quienes interpretaron con precisión sus indicaciones en la cancha.

Controlaron el balón en el primer período, pero en el segundo, aunque le cedieron la iniciativa a los “azucenas”, tuvieron tres contragolpes y uno terminó en el fondo de las redes.

Los cambios que dispuso Asad marcaron el desequilibrio final en el encuentro. La entrada de David Quiroz, Eduardo Morante y Marcos Caicedo mejoró el accionar de los visitantes, que  superaron las llegadas generadas por el ingreso  del volante Fernando Hidalgo.  

El “Turquito” leyó con certeza el encuentro. Superó a Edgardo Bauza desde el inicio. Aplicó fielmente su pensamiento de que con la marca en  los dos Bolaños, Miler y Luis, los “albos” se acababan, y no se equivocó. Al anularlos impidió el juego del campeón, que cayó en una serie de equivocaciones e inconsistencias en cada una de las líneas. La derrota provocó la ira de sus hinchas, que reclamaron con furia a los jugadores.  

Los “azucenas”, como ha sido la tónica de los últimos encuentros, se confundieron en la entrega del balón. Fueron fácil presa de la velocidad y juventud del rival con elementos como Fernando Gaibor, que corrió y superó sin problemas. Fue importante la labor que cumplió el ex mundialista Édison Méndez, que peleó cada balón e incluso se dio el lujo de ensayar un remate que  pudo atajar el arquero Alexander Domínguez, quien no tuvo la misma fortuna en la definición que planteó Caicedo al autocederse un balón que se  estrelló en el poste y de rebote ingresó al fondo de las redes.

La derrota evidenció los problemas que hace tiempo presentan los “universitarios”, que de momento tienen un solo delantero, Walter Calderón. Por lesiones quedaron al margen Carlos Luna y Hernán Barcos. Por eso incluso la afición rechazó la actitud del plantel y con fuertes epítetos los despidió del gramado entre pifias y el grito de “Fuera Bauza”.
El cotejo fue intenso y muy disputado. Ambos elencos establecieron fuertes marcas y producto de eso se exhibieron 8 tarjetas amarillas y una roja. Emelec se adueñó del medio sector y desde ahí jugó con la desesperación del local.
Hasta el árbitro Miguel Hidalgo se mostró nervioso y carente de conocimiento de las reglas de juego. No sancionó las faltas que debía y a ratos se mostró permisivo. Incluso mostró un divorcio total con el juez de línea  1, Luis Alvarado, que en una ocasión señaló un saque para LDU cuando le correspondía a Emelec.

Esos errores fueron notorios en la primera etapa, pero en la segunda, con la exhibición constante de cartones, los futbolistas frenaron el juego brusco con lo que el árbitro recuperó la dirección del cotejo.

Al final, con  euforia a cuestas, el técnico Asad no quiso referirse a la posibilidad de abandonar el club “millonario”. “Yo soy el técnico de Emelec todavía, pregúntenme por Emelec, sino me retiro”.