La judoca ecuatoriana Diana Chalá se adjudicó la medalla de oro en la categoría 78 kg, la primera presea dorada para el país en esos XVII Juegos Bolivarianos, Trujillo 2013. Chalá superó en la final a la venezolana Keivi Pinto por puntos, en un combate que deleitó a las más de 500 personas que asistieron al coliseo de Moche, a las afueras de la ciudad sede del evento.

El tatami estaba listo para que la hermana de Carmen Chalá, ex judoca ecuatoriana, se consagrara en estos Juegos. En el primer combate superó a la peruana Mayte Bellota, con una llave inmovilizadora.

“Uno siempre se prepara para esto (ganar el oro); estoy emocionada porque las peleas fueron muy difíciles y haber obtenido mi objetivo, me siento contenta para seguir preparándome para futuras participaciones”, indicó la ecuatoriana.

Su hermana, Vanesa, tampoco quiso quedarse atrás, y fue protagonista en la jornada inicial. Vanesa estuvo cerca de su objetivo, de no haber sido porque enfrente estuvo la campeona mundial de los 70 kg, la colombiana Yuri Alvear, quien la superó por ippon (golpe técnica aplicado-a de forma correcta) en la lucha final. Sin embargo, la judoca nacional se mostró feliz por su presea de plata.

“Estoy un poco molesta porque me preparé para esta pelea; sabía que si llegaba a la final iba a ser con la mejor del mundo. Pero lamentablemente no me salió lo que esperaba”, acotó la menor de las Chalá.

Freddy Figueroa también se adjudicó medalla de plata al caer en la final de los +100 kg ante el venezolano Pedro Pineda. La caída del “tricolor”, al perecer fue porque su oponente pesaba alrededor de 300 libras; y en esta división no existe límite de peso. Figueroa manifestó que se le hizo demasiado complicado tratar de derribar a su contrincante.

“Traté de hacerlo, me plantee un plan, pero al final no logré agarrarlo bien del hombro para lanzarlo y en un descuido mío, perdí”, aseguró el judoca ecuatoriano.

Las últimas dos de bronce las consiguieron Marlin Viveros en la división +78 kg y Javier Reyes en los 90 kg.