El sueño ecuatoriano de alcanzar medallas durante el Mundial de Atletismo en Moscú, que empezó el 10 de agosto, terminó el domingo pasado sin un final feliz.   

De los 11 representantes que acudieron a la cita mundialista solo uno logró superar su propia marca (Jonathan Cáceres). Álex Quiñónez consiguió clasificar a la fase semifinal de la prueba de los 200 metros planos y Rolando Saquipay se ubicó en el puesto 18 en los 20 kilómetros marcha, siendo estos los resultados más destacados. (Ver infografía ampliada)

Desde antes del certamen el equipo ecuatoriano se vio mermado en su número, con la eliminación, por parte de la IAAF, de la inscripción del equipo femenino de relevo 4 x 100.

El cambio de 17 a 11 ecuatorianos, por eliminación, en su momento, generó la reacción del presidente de la Featle, Franklin Tenorio, que responsabilizó al ex titular de la entidad, Fausto Mendoza, de interferir para evitar la participación de las atletas.

La apuesta para que  los ecuatorianos tengan una buena actuación durante el Mundial empezó meses atrás cuando parte de la selección ecuatoriana de atletismo se desplazó a Guadalajara (España) para participar de una preparación especial.

Entre ellos se encontró la velocista Ángela Tenorio, que había clasificado para participar en los 100 y 200 metros planos durante el evento en Rusia, pero finalmente solo corrió en la primera prueba.

Álex Quiñónez fue el único ecuatoriano que participó de dos pruebas: en los 100 y 200 metros planosTenorio, de 17 años, no pudo clasificar a las semifinales de la modalidad y sorpresivamente no corrió en la distancia de 200 metros planos por una decisión técnica, destacó desde Ecuador el presidente de la federación, Franklin Tenorio. “El nivel para Ángela en el Mundial es muy duro, además es muy joven. Ella seguirá entrenando para los próximos torneos que tendrá a nivel nacional e internacional”, dijo el titular de la Featle.

Entre tanto, Luis Gómez, subsecretario del Ministerio del Deporte, quien se encontraba en Moscú, confirmó que Ángela tuvo una molestia física y por eso no compitió en los 200 metros planos.

Por su parte, Álex Quiñónez, quien días antes del Mundial dijo que se esforzaría, pero que no aseguraba la obtención de alguna medalla, compitió en las dos pruebas en que estaba inscrito.

Aunque en principio se informó que el velocista esmeraldeño solo correría en los 200 m, finalmente decidió, junto a su entrenadora, participar de la fase preliminar de los 100 m, donde no pudo avanzar a la siguiente ronda.  

Se pudo conocer que Quiñónez llegó a Moscú con un problema estomacal que fue tratado en primera instancia en Guadalajara (España), pero en Rusia el malestar continuó, lo que mermó su desempeño. “Álex llegó acá (Moscú) con un malestar estomacal y durante tres días estuvo sin poder alimentarse correctamente”, destacó el subsecretario Gómez.

A pesar de los problemas de salud, Quiñónez tuvo una mejor actuación en la fase preliminar de los 200 m y clasificó a las semifinales, incluso en su heat consiguió superar el tiempo que el jamaiquino Usain Bolt logró en su primera carrera.

Ya en su segunda aparición (semifinales) el velocista ecuatoriano no pudo seguir su camino y se quedó en la sexta posición sin poder mejorar la marca que consiguió en la fase preliminar y sin avanzar a las finales de los 200 m.   

Por otro lado está la participación del marchista Jonathan Cáceres, que en la distancia de los 50 km pudo superar su marca personal de 4 horas 14 minutos y 45 segundos bajándola a 3 horas 56 minutos y 58 segundos; al final de la prueba se ubicó en el puesto 27.

En la misma competencia, donde Ecuador llegó con tres participantes, los marchistas Xavier Moreno y Andrés Chocho no pudieron mejorar sus registros, el primero se ubicó en el puesto 44 y el segundo fue descalificado.

Rolando Saquipay, en los 20 km marcha, tampoco logró mejorar su tiempo, pero llegó en el puesto 18 de la competencia donde también participó el ecuatoriano Mauricio Artega, siendo esta una de las mejores actuaciones de los ecuatorianos en el Mundial de Moscú que terminó el pasado domingo.

En la misma modalidad (20 km marcha), pero en la rama femenina, la ecuatoriana Paola Pérez tampoco pudo destacar, sin embargo estuvo a punto de igualar su registro por menos de un minuto, y de la misma manera Byron Piedra estuvo a cinco segundos de igualar su propia marca.

Finalmente el fondista, Miguel Almachi, logró mejorar el tiempo que consiguió en los últimos Juegos Olímpicos (Londres) donde llegó a la meta en 2 horas 19 minutos y 53 segundos, ya que en el Mundial arribó a la meta  en el puesto 30 con un tiempo de 2h:19:48.

Diego Ferrín sufrió accidente en su salto y fue operado

La noticia lamentable durante el Mundial de Moscú para la delegación ecuatoriana fue el accidente que sufrió Diego Ferrín durante la ejecución de su salto (alto).

Ferrín consiguió saltar 2,17 metros (se ubicó en el puesto 25) antes de su accidente donde se rompió el tendón de Aquiles de su pierna izquierda, y posteriormente fue operado con éxito en Moscú. El subsecretario del Ministerio del Deporte, Luis Gómez, indicó a EL TELÉGRAFO que su cartera facilitó el traslado del atleta a tierras ecuatorianas en primera clase para evitar complicaciones posoperatorias.

LATINOAMÉRICA APUESTA A LA JUVENTUD

Con un balance decepcionante de seis medallas y entre ellas solo una de oro en el Mundial de Moscú, Latinoamérica confía especialmente en los jóvenes talentos que han destacado en la capital rusa, para poder progresar y ser cada vez más protagonistas en este deporte.

Ese es el caso del cubano Pedro Pablo Pichardo, plata en triple salto, o del dominicano Luguelín Santos, bronce en 400 metros, pero también el de otro cubano, Omar Cisneros, cuarto en 400 metros vallas, y el del guatemalteco Erick Barrondo, que terminó descalificado cuando luchaba por la medalla de oro en los 20 kilómetros marcha.

Todos ellos son muy jóvenes, 23 años en el mayor de los casos, y parecen llamados a aspirar a grandes logros en los Juegos de Río de Janeiro, donde llegarán en un momento perfecto de madurez en sus carreras como deportistas.

Otros triunfadores latinos del Mundial, la colombiana Caterine Ibargüen (oro en triple salto) y el mexicano Luis Rivera (bronce en longitud), son algo mayores, con 29 y 26 respectivamente, pero también deberían llegar en forma a la cita olímpica si no sufren contratiempos inesperados.

Todos ellos, junto a los que puedan emerger en el camino, son la esperanza del atletismo de Latinoamérica para remontar el vuelo de cara a los Juegos de Río, dentro de apenas tres años.