Doménica Azuero divisa otro Panamericano
Doménica Azuero está invicta en los Campeonatos Panamericanos de Bicicross que ha disputado, pues ganó las ocho competencias en las que participó. A los seis meses de entrenar este deporte obtuvo su primer cetro; ahora se prepara para alcanzar su noveno título. En el país ostenta el récord de ser la pedalista que más torneos de esta clase ha conquistado.
Las paredes de su habitación lucen llenas de recuerdos relacionados con el deporte. Detrás de las copas, banderines y medallas, se puede apreciar un cuarto con la tonalidad de sus colores favoritos: morado y fucsia. Junto a ella se encuentra su madre, María González, y su mascota, “Zambuca”, una perra chihuahua que, según cuenta la deportista, “es bien mimada”.
Son las 09:00 de un jueves y Doménica Azuero, bicicrosista de 16 años, aún se encuentra en su casa. A las 10:00 deberá ingresar al colegio particular Santa Ana para recibir sus clases diarias. Ingresa a esa hora porque las autoridades de la institución le brindan un lapso por la mañana para que cumpla con su primera fase de entrenamientos. En la tarde cumple la segunda jornada, de 17:00 a 19:00.
Para compensar en el estudio el tiempo que destina a sus entrenamientos, durante las primeras horas de la mañana asiste a dos paralelos de su colegio. “Cuando pierdo una materia en un aula voy a la otra y la recupero”, le explica a FANÁTICO.
Es muy risueña cuando habla de su pasado. Cuenta que inició la práctica del pedaleo en octubre de 2003, ya que le sedujo la idea de correr en la bicicleta. “Siempre les dije a mis papis que quería entrenar bicicross, hasta que se me dio”. Anteriormente estuvo en una escuela de ballet y otra de modelaje, pero lo suyo eran emociones más fuertes.
Seis meses después de haber iniciado su carrera en esta disciplina sobre los montículos, ganó su primer Campeonato Panamericano en Territorio Chileno (2004).
Asegura que ese evento es uno de los más valiosos de su vida. Muestra de ello es que de las más de cinco decenas de trofeos que tiene en su habitación, el de dicha cita es uno de los pocos que sabe dónde está ubicado. “Fue importante para mí porque al poco tiempo que entrené ya pude ganar un Panamericano, eso me hizo sentir que en este deporte estaba mi futuro”.
Desde ese torneo en Chile, los demás Panamericanos ratificaron que es una chica de adrenalina pura, pues ese título se repitió anualmente hasta la temporada anterior, cuando lo ganó en Colombia. Los otros fueron en Brasil 2005, Venezuela 2006, Argentina 2007, nuevamente Brasil 2008, Colombia 2009 y Ecuador 2010.
Existe otro trofeo de su habituación que también puede ubicar con exactitud, pues apenas se le consulta sobre él, con su dedo índice lo señala. Es uno de color verde y de los más grandes, que representa el primer y único Campeonato Mundial que consiguió en Sao Paulo-Brasil, en 2006. “Aunque todos son importantes por lo que representan para mí, este es uno de los que más satisfacción me ha dado, porque es un Campeonato Mundial”.
Pero no solo ha participado en esa cita ecuménica, también lo hizo en Holanda 2004 (sexta), Francia 2005 (séptima), Canadá 2007 (segunda), China 2008 (segunda en cruceros y cuarta en aro 24) y Dinamarca 2011 (cuarta en cruceros).
En 2009 no asistió por inconvenientes económicos y en 2010, debido a una lesión en su rodilla, que sufrió en un Campeonato Nacional.
Muchas anécdotas tiene de sus presentaciones en torneos mundiales, sobre todo en los dos primeros. Una nueva sonrisa se dibuja en su rostro cuando rememora que en Holanda conoció a la pedalista colombiana Mariana Pajón (la mejor del mundo en su disciplina), con quien hizo una gran amistad, que hasta la fecha perdura. Derrotarla a ella es su meta.
Pero esa sonrisa desaparece inmediatamente cuando se le pregunta sobre lo sucedido en Francia 2005. Confiesa que para esa cita realizó una de las mejores preparaciones de su carrera.
“Hice dieta, dormía las horas que me recomendaron y todo... En la competencia gané las mangas, cuartos y semifinales, y cuando estuve en la final iba primera hasta la última curva, en donde me caí y finalicé séptima”, recuerda, poco antes de clavar su mirada en los ojos de su madre, quien la mira con tristeza.
A más de los eventos mencionados, sus participaciones en territorio ecuatoriano han mantenido una constante: los primeros tres puestos en sus categorías, pero disputándola con varones, lo cual considera que le permite mejorar su nivel de cara a las citas internacionales.
En la actualidad, Doménica luce recuperada de una lesión que sufrió en su hombro, producto de un entrenamiento hace pocas semanas.
Ese hecho la excluyó del Campeonato Latinoamericano, que se disputó en Sao Paulo, entre el 10 y 11 de marzo, en donde estuvieron presentes cuatro de los seis pedalistas, quienes fueron favorecidos por un plan de ayuda económica que impulsa el Ministerio de Deportes del Ecuador.
La firmeza y seriedad retornan a su semblante cuando narra lo duro que ha entrenado para el Campeonato Panamericano que está programado para el 27 y 28 de abril en Bolivia. “Tengo, debo y puedo ganarlo”.
Acota que el Campeonato Mundial de BMX que se realizará en Inglaterra entre el 26 y 27 de mayo es otro de sus objetivos para este año.
Doménica pedalea hasta conseguir sus objetivos. A pesar del apoyo económico que recibe de parte del Ministerio del Deporte, pretende que la empresa pública o privada la patrocine para poder salir del país a futuras contiendas. Las pistas la esperan.