“Siempre está el antes y el después”, enfatizó César De Césare, campeón Panamericano de canotaje, en Guadalajara, quien siendo argentino se colgó la primera medalla de oro en este deporte para Ecuador.

El palista consiguió la nacionalidad del país hace tres meses y con su segunda cédula pudo representar a la “Tricolor” en sus primeros Juegos Panamericanos, a los que ya había clasificado por Argentina en el 2003, pero que no pudo asistir por falta de recursos económicos.

“Se retiró por cuestión económica y con las tres nenas no le alcanzaba ni para él la beca que le daba el Ministerio de Argentina. Estuvo fuera de actividad desde el 2003 hasta el 2009 trabajando de taxista. Decidió vender su pala (remo) y quedó marcado al dejar abruptamente su carrera”, recordó Sebastián, hermano y entrenador de César.

El haber logrado el título de campeón del mundo juvenil en 1998 por Argentina en el K-2 500 m, en Polonia, y no obtener los recursos para viajar  a unos Panamericanos o conseguir un cupo para los JJ.OO.  hizo que en una etapa de su vida no quisiera saber nada del canotaje; pero su venida a Ecuador lo hizo pensar diferente y alcanzar lo que tanto anheló un día.

“Lo traje a  Guayaquil  para que nos ayudara  a dar clases en la escuela de canotaje, porque solo estaba con ‘Milly’ (su esposa). César llegó a instruir a la selección junior. Luego entrenó con los seniors... y se volvió a enganchar”, cuenta “Sebas”.  Ahí empezó la colección de medallas de César para Ecuador.

Su primera competencia actuando por la “Tricolor” fue en un campeonato de  Colombia. Allí ganó y luego fue a la Copa del Mundo de 2009, en donde quedó décimo. Desde esa fecha comenzó a creer nuevamente en su carrera.

Este año ha sido uno de los mejores que he tenido, aseguró César, puesto que en agosto pasado clasificó a los JJ.OO. de Londres 2012 y se bañó de oro en México.

“Estoy contento porque todo se me ha dado  este año, es uno de los mejores de mi carrera de casi 20 años. En Ecuador cumplí todo lo que soñé. El haber conseguido la primera medalla en canotaje en toda la historia es un orgullo, es emocionante, me siento muy feliz no solo por mí, sino por este país. 

Espero que ese logro  sirva de ejemplo y que la gente apoye  más a los deportistas  amateurs, porque a veces es muy difícil solventarse”, expresó César.

Sobre la competencia de canotaje en la que participó el palista, en la prueba K-1 200 metros, manifestó que antes tuvo que soportar algunas “cargadas” de los competidores argentinos.

“Me decían: te voy a ganar, te vendistes y esas pavadas, pero sin ninguna maldad, incluso las selecciones de ambos países están más unidas que nunca. Yo soy argentino, pero estoy compitiendo por Ecuador, y lo voy a defender a muerte, lo tengo bien claro”.

Además, indicó que “si me ponían a decidir acerca de quién deseaba yo que clasificara a los JJ.OO., hubiese elegido a Miguel (Correa), pues entraban el primero y el segundo. Al final mi amigo sí obtuvo el cupo”.

Asimismo, el kayakista contó detalles sobre la final de la competencia, en la que partió último en la arrancada. “De los nueve competidores soy el más corpulento, peso 95 kilos contra un promedio de 80  que tienen los demás, por eso siempre en las primeras dos remadas, en que la gente es un poquito más rápida y explosiva, me sacan una ventajita; pero yo tengo buen camino después de los 50 metros del bote. ahí empiezo a meterme, a emplear toda la potencia y a partir de los 100 metros hago la diferencia en esta regata”, explicó.

Por su peso  y tamaño, anatómicamente siempre va hacer más lento que una persona con menos peso corporal en distancias rápidas.

Por ahora continuarán el entrenamiento diario en el estero Salado y en diciembre tomará cinco días de vacaciones. Para el próximo año se pretende realizar la pretemporada por meses, en Argentina, país al que César no ha regresado desde que pisó Ecuador hace casi 3 años.