Dabul “se enamoró” de Guayaquil en un avión
Brian Dabul era la promesa del tenis argentino. El zurdo, de buena técnica y fuerte revés a dos manos, ocupó el primer lugar del ranking Junior en 2002 y participó en torneos como el Prince Cup, Uruguay Bowl 2001, Banana Bowl, Torneo Internacional Citta Di Santa, Internacional Junior Francia 2001, Vila Do Conde Junior Tennis Cup 2001 y la Yucatán Cup.
Actualmente Dabul está retirado -por una lesión- y hace poco más de un mes inauguró su academia de tenis en las canchas del complejo de ingenieros civiles, en la vía a La Aurora, en Guayaquil. Los chicos que conforman la academia de Brian van de los 6 años en adelante.
Los mayores de 11 ya hacen preparación física. Los más pequeños aún no están listos. “Somos la primera academia que está aplicando estos métodos; los mismos que se usan en Argentina”, explicó Dabul, quien tiene a su cargo a dos jóvenes promesas nacionales.
A José Chamba y Juan Carvajal, dos de los tres seleccionados del pasado Mundial Sub-17 (Andrés Cabezas es el otro), los tiene a disposición desde hace 6 meses.
Dabul viajó a Quito con 4 de sus entrenados (José Chamba, Juan Pablo Ordóñez, Gonzalo Quintana, Juan Carvajal) para que estos tengan más roce internacional al participar en el XVIII Challenger de la capital. “De los cuatro chicos, José Chamba tiene una wild card (invitación al cuadro principal) que le otorgó Fabricio Valdivieso, mientras que los otros tres juegan qualy”.
El 26 de noviembre de 2011 se casó con Denisse Bajaña, reina de Guayaquil 2004, Miss Playa Mundial 2003, modelo y, además, finalista del Miss Ecuador 2009. “La verdad es que nunca imaginé que iba a conocer al amor de mi vida en un avión. Había tomado muchos vuelos y jamás me había pasado algo así”, expresó el tenista de 28 años.
Dabul relató el día en que conoció a su ahora esposa. Fue después de haber jugado en el Challenger de Salinas 2008. Detuvo un taxi para irse hasta Guayaquil y de allí se iba a México para disputar un certamen en Potosí. El vuelo hacía conexión en Houston. Pero el argentino cambió de opinión y se quedó a descansar un día. A la mañana siguiente partió al extranjero, y de no haber cambiado de idea, dice, nunca hubiese conocido a Denisse.
“A la noche siguiente, justo me tocó sentarme al lado de una chica hermosa. Charlamos las 6 horas de vuelo, desde el primer minuto tuvimos química. Chateábamos durante meses, comenzamos a frecuentarnos hasta que me cansé y le dije que se vaya para Buenos Aires. Le mandé el pasaje”.
El raquetista consolidó el noviazgo, ella conoció a su familia y luego él voló hasta Guayaquil para hacer lo mismo. La buena relación acabó en el altar, ahora, a la espera de hacer una llamada (a futuro) a la cigüeña.
Una lesión en el disco cervical (espalda) de Dabul acabó con la carrera del tenista, que intentó regresar a las canchas durante el Challenger de Guayaquil en 2011, pero la molestia se lo impidió. “Pensé que me había recuperado, pero me resentí nuevamente de la lesión. Tuve un tiempo de espera, y me seguía doliendo, así poco a poco fui pensando en retirarme, hasta que los padres de ciertos niños que me conocían me pidieron que les enseñara a sus pequeños”, comentó el ahora director de su academia. “Primero fueron 2, luego se hicieron 4 y así aumentaron hasta ahora. Tengo a 16 alumnos en mi academia de tenis”.
Dabul cuenta con amplia trayectoria. En su camino se ha tropezado con los “gigantes” como el suizo Roger Federer, el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic. “Creo que haber rivalizado con los tres primeros del ranking mundial en mi carrera fue importante para ahora enseñar. Aunque, realmente, haber jugado contra los ‘grandes’ no es lo que me autoriza para enseñar, sino que tengo mucha afinidad con los chicos, y eso me pone contento”, aseguró Brian, sonriente.
Tiene archivados en su mente gratos recuerdos, como el partido de exhibición en Roland Garros 2009 cuando se impuso en el único set al mallorquín Nadal. También sonríe cuando recuerda que su “majestad” Federer le hizo un “puntazo” en el US Open 2010 ante un “globito” con la legendaria “Gran Willy”. “Haber derrotado un set a uno de los mejores del mundo como Nadal fue gratificante y más frente a los cientos de niños que presenciaron el encuentro de caridad”.
Sobre la reacción de Federer en el torneo norteamericano, a Dabul no le quedó otra que “admirar” la jugada del suizo. “Primero sentí impotencia, era un tiro casi imposible de responder. Retrocedió y la respondió con fuerza. No tuve reacción. ¿Qué puedo hacer contra eso?”.
El argentino miró a su entrenador Gaston Etlis y a su preparador físico Fernando Cao, como diciendo con la mirada: “¿Pero qué puedo hacer?”. Su entrenador solo le hizo un gesto y le gritó: “¡Vamos!... no te desanimes, tienes que seguir jugando”. Y el sigue jugando, pero ahora en Guayaquil, rodeado de aquellos que bien podrían ser, en cuanto a calidad y protagonismo, el futuro del tenis nacional.