Criterios divididos por la nueva “piel” de la selección ecuatoriana
La nueva camiseta que lucirán hoy las selecciones ecuatorianas: Absoluta y Sub 20 provocó ayer criterios divididos entre los aficionados que la conocieron en los almacenes de distribución.
Algunos consideran que el estilo es muy sobrio y está acorde al momento que se vive. “Creo que se ve bastante bien el diseño, porque se sigue resaltando el amarillo y se conservan los colores patrios en el uniforme principal (short azul y medias rojas). Es el estilo lo que prevalece a lo largo del tiempo”, señaló el contador Roberto Hidalgo de 34 años.
Otros hacen referencia a la falta de creatividad. “No me parece que solo exista una franja con los colores de la bandera. Ahí no hay ningún esfuerzo por parte de los expertos. Yo hubiese hecho algo mejor”, sostuvo Magdalena Haro, diseñadora gráfica de 30 años.
Para la licenciada en diseño de modas, María Fernanda Salgado de la Universidad Metro, lo muestra la divisa es solo un degradé de colores. “No hay un diseño, tampoco cortes especiales que lo hagan diferente. Además, molesta que sobresalga el nombre de la empresa y no del país, que es lo que debe reflejar la camiseta de una selección nacional”.
Salgado cree que esa creación es un retroceso en las tendencias de moda actuales. “Debieron buscar algo más moderno. La camiseta de 2006 fue mejor. Lo que puedo destacar de la actual es el cuello con los colores que la hacen llamativa y la parte posterior de azul, donde va el nombre del jugador”.
Diego Velasco, semiótico de la Universidad Central, dijo que cada componente del uniforme, según el color, tiene un significado. El amarillo es la luz y el conocimiento, el azul la espiritualidad y el rojo la actividad y la acción. Además, al cuerpo humano se lo divide en tres partes. La cabeza es la de los sueños, la parte central el aquí y ahora y la parte inferior la tradición.
Velasco considera que todos los uniformes deportivos tienen una connotación especial en la mente de los aficionados y por ello en esos se destacan a los auspiciantes, pero al tratarse de la divisa nacional, cree que no debió incluirse de forma llamativa la marca del fabricante de la ropa. “Hay un mensaje comercial subliminal”.