Sus dos metros y tres centímetros de estatura intimidan a cualquiera que se le cruce. Pero su gran personalidad lo vuelve un deportista tranquilo que lo único que tiene en mente es seguir jugando baloncesto por muchos años más. Carlos Carcelén es el pívot estrella que tiene el quinteto de Guayas que disputará las semifinales en el marco de los IV Juegos Nacionales Absolutos.

El alero-pívot nacido en Quinindé (Esmeraldas) tiene 30 años y 19 jugando  baloncesto. Desde que estaba en el colegio, su espigada estatura le permitió participar en este deporte, en el que los más altos tienen un cierto grado de ventaja. Sin embargo, se le ha hecho difícil mantenerse a buen ritmo en esta disciplina.

“Uno para sobresalir debe aprender técnicas en este juego, no solo es de coger una pelota y tratar de meterla en el aro”, indicó el esmeraldeño, que por el 2005 viajó a Guayaquil para vincularse el conjunto de La Salle, equipo que lo contrató por varios años para disputar la Liga Nacional de Baloncesto.

Durante su estadía en el puerto, Carcelén se inscribió en la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE) para estudiar la carrera de Hotelería y Turismo; sin embargo, debido a los constantes viajes que mantenía con el elenco de La Salle, tuvo que retirarse de la universidad donde tenía aprobado el segundo año.

“Muchas veces tengo que permanecer dos o tres meses en Quito (por concentraciones) y eso me restó continuidad en los estudios”, comentó el espigado jugador que el próximo 29 de este mes cumplirá 31 años. “Aún no veo mi carrera terminada, más bien creo que estoy en un buen momento y eso tengo que aprovecharlo ahora para pelear por una medalla con Guayas en estos Juegos, y luego con Barcelona, que este año aspira a ganar el título en la Liga Nacional”, añadió el deportista.

Carcelén indicó que viene trabajando con el grupo de Guayas desde hace unos tres meses y cree que esa concentración les ha permitido estar jugando a buen nivel. Y es que Carlos no es la única figura que tiene Guayas en Cuenca. Los “albicelestes” cuentan con el talento de Aníbal Malatay, Engels Tenorio, Emilio Corozo, Manuel Hurtado, Marco Corozo y Juan Erazo, todos ellos basquetbolistas que han militado en algunos clubes de la Liga Nacional.

“Este grupo, unido, demostró (en la última fecha de la fase de grupos) que está para grandes cosas. Vencimos a Pichincha -posible rival en la final- y creo que eso de haber dado el primer golpe nos motiva a seguir por la pelea de las medallas de oro”, comentó el jugador.