Cabrera perdió su pierna, pero no las ganas de jugar al tenis
Efraín Cabrera perdió su pierna izquierda hace 28 años. Ocurrió en Cuenca después de que dos vehículos se impactaran y uno de ellos le “cayera” encima.
Tras pruebas en el hospital, los médicos le dijeron que su pierna estaba atrofiada y que debía ser amputada. Sin embargo, esa desgracia no acabó con las aspiraciones que tenía en la vida. Luchó para convertirse en quien es ahora: el mejor tenista sobre silla de ruedas de Ecuador.
“Nunca dejé vencerme por la adversidad; pensé seguir con mi vida y buscar una carrera; y la encontré en esta disciplina que me ha dado muchas alegrías desde hace más de 27 años”, dijo Cabrera, quien participa de la IV edición del Torneo Internacional que se efectúa en el Anexo del Guayaquil Tenis Club (AGTC).
El raquetista azuayo, de 50 años, superó ayer la primera fase del certamen al imponerse 6-0 y 6-2 a su compatriota Patricio Holguín. “Tuve una buena mañana, llegué con la disposición de ganar el torneo, porque en la edición pasada (2011) perdí en la final con un colombiano, (Eliecer) Oquendo, y en esta ocasión debe ser mi oportunidad”, aseguró el tenista que bromeó: “espero ser campeón, ya que Oquendo no pudo venir a Guayaquil a competir”.
Cabrera contó que debió superar muchos obstáculos para hacer del tenis una carrera. “Recuerdo que después de mi accidente acudí al ex titular de la Federación Ecuatoriana de Tenis (FET), Manuel Carrera, para que me apoyara de alguna forma, pero él me indicó: juega en silla de ruedas y punto. Aunque no hizo nada por fomentar el deporte en silla de ruedas”.
Luego de aquello Cabrera se unió con grandes amigos como Edmundo Merizalde, Esteban Ortiz, Paúl Barrios y Roberto Castro (director del torneo internacional), para tratar de sacar adelante al deporte y en su opinión, cree que lo han logrado. “Hemos participado en los Mundiales de Italia, Inglaterra, Turquía y Sudáfrica; teniendo la mejor actuación en Nottingham (England), este año, donde nos ubicamos 13”.
El cuencano está orgulloso de los más de 30 trofeos que conserva en su domicilio y está seguro de que “aún hay espacio para muchos más”.
Sobre el ejemplo que es para sus dos hijas, Cabrera relató que desde hace mucho antes del incidente, trataba de mostrar una buena imagen ante sus “retoños” y confía en estar haciendo un buen trabajo. “Lo único que lamento (sonríe) es no haberles enseñado a mis hijas a que les guste el tenis. Les agrada verme jugar, pero no tienen intenciones de hacer una carrera”, soltó entre risas el número 177 en el ranking ITF.
Pero Cabrera es consciente de que no solo puede vivir de la pensión de jubilado, es por eso que “cachuelea” como serigrafista en sus ratos libres. “Trabajé en una industria textil, de allí aprendí el arte de dibujar y es por eso que cuando no juego tenis, creo pinturas junto a mi hija la menor”.
En tanto, en otro resultado del torneo internacional del AGTC, José Maquilón se impuso por doble 6-0 a Jimmy Maldonado.