Bryan Macías hace del ajedrez un estilo de vida
Un ascenso meteórico ha logrado el ajedrecista capitalino Bryan Macías, quien antes de cumplir 20 años logró el título de Maestro Internacional (MI) y su primera norma para Gran Maestro (son dos). Por esos logros, es la mejor carta de presentación que tiene el deporte ciencia pichinchano en la rama masculina.
Además, obtuvo el título de campeón nacional absoluto por tercera ocasión en los últimos cuatro años ante rivales de jerarquía.
El año anterior se graduó como Maestro Internacional, tras adjudicarse el Campeonato Sudamericano Sub 20, en Puerto Sajonia (Paraguay) y aquello le permitió sumarse al grupo selecto de maestros internacionales ecuatorianos. Se convirtió en el tercer MI activo del deporte “oro y grana”, sumándose a Plinio Pazos y Carla Heredia, que también ostentan tal maestría.
Sin lugar a dudas es uno de los más jóvenes campeones nacionales absolutos y con apenas 21 años ya está en el camino de las importantes figuras del juego ciencia, más aún cuando su ELO internacional supera ya los 2.370 puntos, tras sus últimas actuaciones.
El ajedrecista pichinchano se inició en esta disciplina hace 9 años en un curso vacacional, luego estuvo bajo las órdenes del maestro internacional Ciro Fernández, de nacionalidad cubana, quien lo encaminó en la práctica de lo que ahora se ha convertido en su pasión.
En un breve recuento del tricampeonato nacional absoluto, como el más joven en lograrlo, Macías confesó que estuvo a punto de retirarse de la actividad, por razones de estudio, pero al haber logrado al primer campeonato nacional absoluto se le abrieron muchas puertas y comenzó a viajar a distintos torneos internacionales, e inclusive al campeonato mundial. “Para que la gente no diga que fue pura casualidad el ascenso”, remarca.
Prefiere las piezas blancas, porque salen primero y dan la opción de elegir cómo se va a jugar. “Pero en este deporte no se puede predecir lo que va a pasar o cómo se nos va a presentar la partida, siempre hay que estar preparado”, advierte el MI.
Macías se confiesa admirador del soviético Gary Kasparov; además, le gusta el sistema “Round Robin” o “Todos contra todos”, porque considera que es el más justo.
Su entrenamiento es constante, no menos de tres horas diarias las dedica a la preparación, que comenzó con el monitor Fernando Moscoso, luego con Hugo Muñoz, maestro FIDE ecuatoriano, para después pasar con el MI Alejandro Moreno. “Actualmente entreno con el maestro Antonio Núñez (cubano), con quien he aprendido mucho y me ha ayudado a llegar al sitio en donde estoy ahora”, expresa.
La participación en las Olimpiadas de Ajedrez en Rusia, en 2010, fue su bautizo de fuego. Integró el representativo nacional junto a Lenín Guerra, Alberto Santos, Carlos Matamoros y Daniel Mieles. No tuvo una actuación satisfactoria dado el nivel de sus contrincantes y logró 2 de 9 puntos posibles, con un rendimiento de 22,2%.
La experiencia adquirida en una serie de importantes certámenes en los que ha tomado parte, con el auspicio de la matriz provincial del deporte “oro y grana”, tales como el Capa Blanca Memorial, Guillermo García y Moncada, ha elevado su grado de conocimientos y le ha permitido enfrentar a adversarios de jerarquía, como el campeón mundial Maxime Bacher, de Francia, al que logró superar luego de una partida de siete horas en Argentina.
“Yo asimilo el ajedrez como mi estilo de vida. Cada movimiento, cada situación, considero, debe estar planificada, a mí me gusta hacer las jugadas previo análisis y considero muchas opciones antes de decidir algo”, filosofa.
La inclinación por esta disciplina se la inculcó su padre, José Macías, otrora ajedrecista activo y actual árbitro.
“Cuando tuvo nueve años participó en un torneo escolar y la primera gran satisfacción es que ganó dicha competencia. Desde entonces se vinculó al juego ciencia”, comenta su orgulloso padre, complacido por las actuaciones y éxitos de Bryan, a quien apoya porque realmente es muy buen estudiante.
“No necesita ni repasar para los exámenes, porque tiene una memoria y retentiva estupendas. Es muy dedicado y, como buen ajedrecista, tiene como norma la disciplina”, manifiesta.
Han transcurrido varios meses sin una actividad competitiva regular, salvo un par de torneos a nivel interno. Las actuales circunstancias lo han encaminado a considerar la alternativa de continuar sus estudios universitarios en EE.UU. “Creo que es una de las mejores opciones que me quedan para seguir en el ajedrez, porque esta es la edad que uno debe aprovechar más”, afirma.
“Bryan es un jugador joven y de mucho futuro; lo realizado por él al lograr el título de campeón sudamericano y luego el de maestro internacional, más su primera norma de Gran Maestro, es lo más sobresaliente que ostenta en el plano internacional”, anota Jaime Hidalgo, presidente de la Asociación Provincial de Ajedrez.
Núñez cuenta que para la consolidación de Macías como maestro internacional, primero su pupilo obtuvo los títulos de campeón sudamericano, medallista panamericano y, además, fue miembro del equipo olímpico.
“Es un jugador que tiene un estilo un poco difícil para sus adversarios, a veces plantea un juego defensivo, pero muy dinámico; en cualquier momento la posición explota y él está preparado para el juego táctico, en donde se desenvuelve muy bien”, sostiene el técnico isleño, al destacar los puntos fuertes del quiteño.