El poder económico en el fútbol mundial tiene desde hace cuatro años, aproximadamente, tonos “auriverdes”. El “Brasileirao” ocupa el sexto lugar en poderío financiero de todos los torneos del  mundo, solo detrás de Inglaterra, Alemania, España, Italia y Francia, en ese orden.

Sin embargo, se estima que luego del Mundial Brasil 2014, desplace a los franceses. Una prueba palpable de aquello se produjo el domingo pasado, cuando la “superestrella” Alexandre Pato empezó a entrenarse con el poderoso Corinthians, campeón actual de Copa Libertadores de América y del mundo, que le pagó $15 millones de dólares al AC Milan por los derechos deportivos del jugador de 23 años. El club italiano lo compró en $29,3 millones de dólares en el 2007.          

¿Cómo hacen los clubes brasileños para afrontar contratos millonarios con figuras del fútbol mundial? Una de las respuestas está en el marketing. Los clubes se asocian con inversores privados que ayudan a pagar los salarios de la plantilla a cambio de auspicio.

En el 2009, por ejemplo, la contratación de Ronaldo aumentó en un 30% la venta de camisetas del Corinthians.           

¿Por qué las grandes firmas le apuestan a esta dinámica? Porque una figura de renombre del fútbol mundial garantiza expectativa, estadios llenos, visibilidad para aquellos que buscan hacer rentable su inversión.      

En este caso particular, los clubes asumen una relación directa con los sponsors. En los contratos firmados con los “cracks”  se incluye el derecho de imagen. Por ejemplo, por cada publicidad en la que Neymar (Santos), Diego Forlán (Inter de Porto Alegre) u otra figura pose con la camiseta de su equipo u otro distintivo, el 25% del dinero  va directamente a las arcas de la institución.  

La otra respuesta al poder económico de los clubes brasileños se refleja en los derechos televisivos. Alrededor de $ 500 millones de dólares por año paga la cadena O Globo para transmitir los partidos.    

Según un estudio realizado por la consultora brasileña Pluri, los clubes de ese país están cotizados en cifras millonarias. En primer lugar se ubica el Santos, con un valor de $787,7 millones de dólares; seguido por Corinthians, con $ 402,6 millones; Fluminense, con $391,6 millones) y Vasco da Gama, con $ 369,6 millones.

El análisis está basado en el valor de cada jugador, que se define por una combinación de criterios objetivos como la edad, condición física, resultados de marketing, presencia en la selección de su país. Además se consideran otros detalles subjetivos, como la calidad técnica, capacidad de decisión y disciplina táctica.                 

Pero este andamiaje que hace algún tiempo podría haberse considerado inimaginable, hoy no resulta descabellado si se tiene en cuenta, por ejemplo, que el Santos se da el lujo de pagar alrededor de 1,5 millones de dólares mensuales a la nueva estrella  del fútbol brasileño, Neymar.

Pero hay más casos. Forlán firmó un contrato con el Inter de Porto Alegre por tres años (hasta 2015) por $ 205 mil mensuales. Mientras que Seedorf, ex mundialista  holandés, quien hasta se dio el lujo de llegar al estadio de Botafogo en helicóptero, recibirá $ 400 mil cada 30 días durante los próximos dos años.  

Y existen otros casos como los de Deco y Fred en Fluminense, club que paga alrededor de 375 mil dólares por ambos; el argentino Andrés D’ Alessandro del Inter de Porto Alegre ($ 225 mil) y, anote bien, $25 mil a Juninho Pernambucano, del Vasco da Gama, por cada partido  con el club campeón de América en 1998.

El poder del fútbol “carioca” creció de la mano de la economía de ese país. Y la mayoría de los mejores clubes se concentra en dos regiones: sur y sudeste. Los estados con mayor índice de producto interno bruto (PIB) tienen los mayores registros de participación en la liga nacional de fútbol de Brasil.

La región sudeste actualmente alberga al 55% de los clubes de primera división, y representa el 56% del PIB nacional, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, que alcanza los $2.282 billones de dólares.     

Sao Paulo, el estado más importante de la economía nacional, representa el 33,1% del PIB, y tiene a los cuatro principales clubes que compiten al más alto nivel: Corinthians, Palmeiras, Santos y Sao Paulo.

Río de Janeiro cuenta con el 11,3% del PIB, lo que también se refleja en su participación en el Campeonato Brasileño. El estado alberga al campeón nacional Fluminense, y a sus competidores de primera división Botafogo, Flamengo y Vasco da Gama.    

El estado de Minas Gerais, importante región minera que representa el 9,3% del PIB, también tiene una fuerte presencia en la competencia. De allí son el Atlético Mineiro y el Cruzeiro.

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