Bosmediano pedaleó fuerte para llegar a Italia
Ya dejó de ser un deportista élite, pero se entrena como uno. Juan Carlos Bosmediano pasa unas 20 horas a la semana sobre una bicicleta, en el gimnasio, levantando pesas y mantiene una alimentación sana como parte de su preparación.
Es, por ahora, el primer ecuatoriano clasificado a los Juegos Olímpicos Máster que se realizarán el próximo año en Turín, Italia. El cupo lo consiguió en el Mundial en Manchester, Inglaterra, donde compitió con algunos de los mejores exponentes en su disciplina.
A sus 43 años es una de sus más grandes metas cumplidas, luego de su éxito en el ciclismo desde su etapa de juvenil y luego como élite. “Deportivamente es lo máximo que le puede suceder a un atleta. Me estoy preparando arduamente para llegar en las mejores condiciones”, dijo.
La aspiración de Bosmediano es meterse entre los 5 primeros de los Juegos Olímpicos. “Esa es una cosa, pero sueño con el podio. La vida va cambiando tus metas y después de que logré cumplir una, la siguiente es mucho más alta”, contó el riobambeño, que se crió en Quito desde muy pequeño.
Para llegar al Mundial, el ecuatoriano primero compitió en el Panamericano en La Habana, Cuba, el año pasado, por lo que tuvo suficiente tiempo para prepararse y llegar a Manchester en un nivel óptimo. Su preparación incluyó competencias en Guatemala, Estados Unidos, Colombia y Ecuador. “Estoy en un nivel muy alto y puedo competir contra los mejores. Afortunadamente no he tenido lesiones que compliquen mi entrenamiento ni mi estado físico durante mi carrera”, agregó el ciclista.
La aventura en Manchester fue excelente desde el primer momento. Las condiciones de la pista y el ambiente de competencia fueron los mejores para él. Además contó con el respaldo “in situ” de su esposa Ivonne Pazmiño y sus hijos Juan Martín, de 13 años, y María José de 10. “Ellos son mis principales fanáticos y sin su comprensión y ayuda todo sería complicado. Me dieron seguridad emocional y estamos viendo si me pueden acompañar en Italia el próximo año”.
A Bosmediano le bastó un intento para conseguir la marca “A” para clasificar a los Juegos Olímpicos. Registró un tiempo de 3’44’’012 en su recorrido y antes de conocer el tiempo oficial, vio a su esposa en las gradas quien, con cara de felicidad y lágrimas en los ojos, le dejó saber de inmediato que había conseguido el tiempo para estar en Turín.
Buscó a su familia en el pasillo para compartir con ellos el momento de felicidad, pues consiguió el puesto 11 en persecución. Luego participó en la modalidad de scratch, en la que compitieron 60 ciclistas y logró avanzar hasta la final. Se ubicó en el puesto 13.
La planificación desde ahora hasta agosto del próximo año está llena de competencias como parte de su preparación y pelea por las primeras ubicaciones. Correrá la Vuelta al Austro, la Vuelta a Guatemala, la Vuelta a la Costa y buscará unas competencias en Colombia y Argentina en los meses previos a los Juegos Olímpicos.
Carlos considera que los mejores exponentes que van a competir en los Juegos son de Australia, Italia, Francia y Gran Bretaña. Mientras que de Sudamérica, por el momento, él y un competidor de Argentina son los únicos clasificados, pero está convencido de que Colombia tendrá representantes.
Quiere que otro compatriota se clasifique a los Juegos y ve con muchas posibilidades a Santiago Gutiérrez, Lenin Echeverría, Javier Ramírez, Santiago Yépez o Marcelo Calle. En el Panamericano de Colombia podrán disputar otros cupos para llegar a Italia.
A su edad, muchos deportistas ya pasaron por el retiro y tal vez mantienen su actividad como algo recreativo y no de todos los días. Pero el camino de Juan Carlos ha sido largo y de muchos éxitos.
A los 14 años empezó su pasión por las bicicletas. Pasó por todo el proceso prejuvenil, ascendió a las categoría Sub 23 y desde los 24 años fue ciclista élite. Se retiró durante 8 años para dedicarse a sus estudios de ingeniería comercial y como parte de su tesis de grado creó Inducartón, que se dedica a la fabricación de cartón corrugado para el sector florícola, entre otros.
Parte de la madrugada y la mañana las dedica a los entrenamientos y luego va a su oficina para manejar su empresa que funciona desde hace 14 años. Sus hijos, aunque lo admiran profundamente, no se han sentido atraídos por el deporte de su padre. Juan Martín prefirió el fútbol y es arquero, mientras que María José se inclinó por la música. Toca guitarra y piano.
Juan Carlos fue también parte de la dirigencia del ciclismo y ahora, ya fuera de esa instancia, precisó que en Ecuador hay mucho talento, pero falta respaldo para que los ciclistas compitan a nivel internacional. El reto en los Juegos Olímpicos está instalado y el ecuatoriano pasa sobre su bicicleta 6 de los 7 días de la semana. Antes tenía cábalas para sus competencias, pero ahora solo confía en sus entrenamientos.