El 28 de abril de 2006, Félix Borja marcó un doblete para El Nacional contra Macará de Ambato y ese par de goles fueron sus últimos tantos en el fútbol ecuatoriano antes de emigrar al Olimpiakos de Grecia.

Eso hasta ayer, cuando el ‘Canguro’ marcó su primer gol con la camiseta de Liga de Quito, en el empate contra Deportivo Quito en su regreso al fútbol ecuatoriano después de siete años jugando en Grecia, Alemania (Mainz 05) y México (Puebla y Pachuca).

Deportivo Quito buscaba su primer triunfo en el campeonato. Ese ingrediente, combinado con su escasa producción ofensiva (había marcado un gol en cinco fechas), hizo que este partido fuera planteado de manera diferente.

El equipo de Juan Carlos Garay lucía más preciso y el rostro de Luis Zubeldía se transformó de la calma a la preocupación porque su equipo no la veía en la primera parte. El entrenador argentino lucía más cauto en la zona técnica en medio de la polémica en la que está envuelto por sus declaraciones en contra de los árbitros. Constantemente conversaba con Maximiliano Cuberas para intentar mejorar el funcionamiento de su equipo, que en la primera parte lució descompuesto.

Las llegadas de Liga fueron escasas y poco productivas. Dos disparos lejanos de Hólguer Matamoros y otro de Enrique Vera fueron los únicos intentos de Liga en el primer episodio, mientras que el local tuvo vía libre para atacar y un carril de alta velocidad por la banda derecha que cubría José Madrid.

Los errores defensivos de los ‘albos’ también conspiraron en su desempeño y facilitaron la labor de Deportivo Quito, que tomó el balón casi sin presión del rival para llegar fácilmente al arco defendido por Alexander Domínguez.

Las hinchadas de Liga y Deportivo Quito llegaron en buen número a la general sur y a la preferencia, respectivamente. La fiesta estuvo presente en las gradas y con el aditamento especial de que era el primer partido entre ambos en el Atahualpa sin mallas. Pero ese buen ambiente en el escenario cambió cuando de la preferencia salieron gritos racistas. El primer llamado de atención llegó para la hinchada “chulla” por ese incidente.

Las urgencias de Liga en defensa no eran superadas. Cristian Lara era el más desequilibrante en la ofensiva, pero el gol parecía distante. Carlos Garcés hacía poco en ofensiva para inquietar más allá de la línea defensiva de Liga.

El paraguayo Eduardo Ledesma cambió la cara de Liga en la segunda parte. Un solo movimiento de Zubeldía sirvió para que su equipo tuviera mayor control del balón y también llegada al arco de Rolando Ramírez.

El mejor Luis Bolaños empezó a aparecer en la segunda parte y fue el conductor que extrañó el equipo en los primeros 45 minutos. Un remate potente pasó cerca del arco ‘azulgrana’ y luego combinó con Enrique Vera, que disparó al ángulo y Ramírez consiguió desviar el disparo al tiro de esquina.

Zubeldía apostó nuevamente por el jugador de 16 años Hansel Batallas, quien reemplazó a Matamoros para los últimos 20 minutos del partido.

Borja había pasado desapercibido durante 72 minutos, pero al minuto siguiente apareció el atacante de 30 años. El esmeraldeño comandó el contragolpe y con gran velocidad dejó atrás a los centrales y solo frente a Ramírez definió con precisión.

En la semana Borja practicó su definición cuando terminaba la práctica y tuvo su recompensa en la única acción clara que experimentó frente a Deportivo Quito.

Pero la felicidad no fue completa para Borja y Liga de Quito, pues en los minutos adicionales Norberto Araujo cometió una falta sobre Garcés en el área. Víctor Estupiñán ejecutó el penal a la izquierda de Domínguez para sellar el empate definitivo en el Atahualpa.