Cesarina Núñez y Geovanna Núñez, quienes se encuentran desde la semana pasada en Guayaquil, enseñan con entrega su técnica, experiencia y motivación a un grupo de niñas  que practican este deporte.  

Robustas, altas y con varios años de trayectoria en esta disciplina, lo que les ha  dado la oportunidad de ser parte de la selección de Puerto Rico, las jóvenes “peloteras” llegaron al país invitadas por el entrenador del equipo de la Fundación Liga del Sur, Douglas Muñoz.    

Las beneficiadas de este campamento son las niñas de la escuela Mundo Marino con 20 chicas, del Hogar Perpetuo Socorro (35) y de Esmeraldas Chiquito y Liga de Sur (25).

Enseñanzas del pitcheo, receptoría y clases teóricas son los ejercicios y temas que reciben las novatas hasta el próximo 15 de diciembre.

“Venimos a  enseñarles lo mejor a las chicas. Vamos a ir de poquito a poquito. En el corto tiempo que las hemos  visto me he dado cuenta de que hay mucho talento, fuerza y juventud”, indicó Cesarina, de 26 años.

La receptora, oriunda de Santo Domingo, contó que se inició en este deporte a los 11 años, y que en su país cuenta con todo el apoyo necesario para vivir de éste. “Me dedico  en cuerpo y alma. Allá nos dan los recursos que requerimos. Esta es la primera vez que vengo al país a entrenar a niñas. Hemos ido a  Estados Unidos, La Habana y Venezuela”.

Su compañera de selección, “Geova” como es más conocida las softbolista, empezó a los 16 años, pero por casualidad. Recordó que su pasión era el básquet y que estaba dedicada a ello, e inclusive le tenía miedo al sótfbol porque no le gustaba el sonido fuerte del bate cuando choca con la pelota. 

“Le tenía terror a los bates, sentía como pánico, pero  desde que lo jugué seguí de largo y  tuve que decidir entre los dos deportes porque estaba en las dos preselecciones”, dijo. La pitcher manifestó que se ha sentido de “maravilla” en la ciudad y resaltó que los guayaquileños son gente “amable”. “Nos sentimos como en casa”.

Ellas tenían previsto venir al país el mes pasado, pero no lo hicieron porque participación en los Juegos Panamericanos, disputados en Guadalajara. A pesar de que se ubicaron quintas, esto les alcanzó  para clasificar al Mundial de este deporte, que se realizará en Canadá, Toronto, a mediados del próximo año.

Sobre el potencial que han visto en las muchachas que están entrenando, resaltó que ha notado “mucha técnica”.  
“Las chicas tienen bastante talento, pero  aún son adolescentes y falta pulirlas; considero que si continúan con el proceso, en un año se puede formar un gran equipo”, destacó Geova.

Las boricuas coincidieron en que le ven  futuro al proyecto Esmeraldas Chiquito, ya que así se puede masificar este deporte, que en su país llena graderíos de parques y canchas, así como se lo vive en Estados Unidos, Canadá, Italia, Venezuela, y Japón, esta última, la mejor liga.

Por otro lado, el presidente de la Liga del Sur, Édgar Salazar, cuenta que recibieron un diploma por el proyecto “Esmeraldas Chiquito”, que fue uno de los tres finalistas del premio de la Organización La Paz y el Deporte que preside el Príncipe Alberto de Mónaco.