Ganar y hacerlo con una buena diferencia de goles es el objetivo que   Liga de Quito persigue hoy (19:45)  ante Libertad de Paraguay en Casa Blanca, en el cotejo de ida de cuartos de final de la Copa Sudamericana.
Para lograrlo cuenta con la totalidad de su plantilla a plenitud física. Incluso, el defensa Norberto Araujo superó su dolencia muscular en la cadera. Estará al menos en la banca.

Ayer los “albos” revisaron  videos del rival y saben como atacarlo. “Libertad es un equipo bastante fuerte, que se maneja con 4 hombres en la defensa y en la media cancha, sabe controlar el esférico y eso es de lo que debemos cuidarnos”, señaló el entrenador Edgardo Bauza.

En el esquema del “Patón” ingresará al menos entre los alternantes el volante Miler Bolaños, quien poco a poco ha recuperado su nivel futbolístico. A la contractura muscular que sufrió en agosto pasado  se sumó un problema personal de indisciplina, por lo que fue relegado del primer plantel en septiembre. Trabajó  varios días con el equipo de reservas y se mantuvo al margen de cualquier entrevista.

Sin embargo, siempre tuvo el respaldo de  Bauza, quien incluso llegó a asegurar que si el jugador no actuaba era porque estaba lesionado, mas no por problemas particulares. Él lo protegió en todo momento.

Nunca se supo el real problema de Miler, pero se mencionó que era adicción al alcohol. El gerente ejecutivo, Esteban Paz, incluso se contradijo con el estratega en la sanción que se impuso al jugador. Según Paz, se lo envió como castigo al plantel de reservas, pero Bauza dijo que solo fue para que agarrara ritmo.

El DT siempre ha destacado la capacidad de Bolaños, por eso  junto con los médicos iniciaron un proceso de rehabilitación psicológica del futbolista, de 21 años, que en 2007 tuvo problemas dio positivo por cocaína cuando jugaba en Barcelona. “Miler es un jugador de muy buenas condiciones técnicas y cuando llegue a su máximo rendimiento  será un aporte importante para el club, de eso no les quede la menor duda”, refirió en su momento el estratega.

Incluso, el jugador se fue a vivir   cerca de la residencia de uno de los galenos del club. Así lo podían tener más cerca y con los cuidados que necesitaba para su recuperación. Tras el llamado de atención que recibió de sus compañeros, Miler se mostró reservado. Después de cumplir sus trabajos físicos y trotes alrededor de la cancha de Pomasqui, junto al fisioterapista Fernando Iza, Bolaños solo se limitó a mirar el estiramiento que cumplieron sus colegas. Con ninguno habló, su mirada se dirigía a cualquier punto de la cancha y ante todo al estratega Bauza.

Pese a todos los comentarios y a su silencio, Miler, ya recuperado de su dolencia física y psicológica, volvió al primer plantel el domingo anterior. Fue alternante en esa jornada, en la que   Liga venció 4-1 al Deportivo Cuenca, y ahora espera estar en una nueva victoria de los “azucenas” en el torneo internacional.

Meses atrás el jugador dijo que estaba contento porque es parte de una gran institución y que su problema de drogas quedó totalmente superado. “Ahora mi atención es solo en consagrarme como futbolista y mostrar mi real valía”.

Por eso esta semana con un semblante nuevo fue parte del ensayo futbolístico. La inquietud de antes se transformó en tranquilidad y uno que otro comentario con sus compañeros. En su rostro refleja el deseo de volver a ser el volante creativo que aporta con goles al plantel.

Lo que sí mantiene inalterable es su deseo de permanecer alejado de las cámaras y micrófonos. Aún no se siente listo para revelar su problema, solo espera que el tiempo cure esa nueva herida y junto con sus condiciones convertirse en una pieza fundamental para los “universitarios”.

Los paraguayos son huéspedes desde ayer de la ciudad de Guayaquil y hoy en la mañana arribarán a la capital ecuatoriana. Apenas termine el encuentro regresarán a su país. (VNH)