Boca Juniors se muestra distendido en Guayaquil
Son las 10:00. El Colegio Americano luce casi vacío. No es época de clases. En las instalaciones merodean solo los chicos que asisten a cursos vacacionales. Pero afuera hay más movimiento. Periodistas e hinchas esperan el arribo de Boca Juniors, el equipo sudamericano con más títulos internacionales de la región, 18 en total.
Tanto aficionados como reporteros esperan tener contacto con los futbolistas y cuerpo técnico del club argentino, que la noche del lunes pasado llegó a Guayaquil con hermetismo total. Incluso el vehículo que trasladaba a la delegación “xeneixe” ingresó a la pista del aeropuerto José Joaquín de Olmedo para que los jugadores evitaran el asedio de la prensa y curiosos.
Luego de 25 minutos, un bus escoltado por gendarmes de la Policía Nacional llega al colegio. Tanta seguridad revela que en él se transporta Boca. Las puertas se abren inmediatamente para que el automotor pueda entrar.
Periodistas y aficionados se acercan a la entrada, pero un hombre con gorra del Americano los detiene. “Nadie pasa, nadie entra. Esperen señores”, grita enérgicamente el guardia de la institución.
Cinco minutos después hace su aparición Maximiliano Nobili, jefe de prensa de Boca Juniors, quien inmediatamente accede a que los medios ingresen a ver el entrenamiento del conjunto “xeneixe”.
Nobili pide paciencia y orden para que todos puedan ingresar. Una vez adentro, los periodistas proceden a registrar todo lo que sucede en la cancha de césped sintético, donde los futbolistas realizan trabajos de estiramiento y calentamiento con piques cortos.
Los arqueros Agustín Orión y Óscar Ustari se separan del grupo para hacer trabajos específicos de su posición en la cancha de béisbol que queda a escasos cinco metros de la otra.
En las gradas se puede ver a una que otra madre de familia que espera a su hijo y aprovecha ese tiempo para observar a Boca Juniors, algo que no sucede todos los días.
Los futbolistas y cuerpo técnico no denotan preocupación ni malestar, más bien exhiben tranquilidad y seguridad para salir del mal momento futbolístico que atraviesan. Carlos Bianchi está en el centro del campo dirigiendo el entrenamiento, con gorra y pantaloneta azules y una camiseta de entrenamiento verde que provoca que se pierda entre sus dirigidos.
La “pichanga” (partido de fútbol informal) posterior crea un ambiente más relajado aún. Lucas Viatri deja su posición de delantero y se pone los guantes para defender el arco de uno de los equipos. Los jugadores gritan, se ríen, mientras su entrenador sigue parado en el centro del campo conversando con su colaboradores.
“Señores, deben retirarse. Vamos saliendo por favor”, grita Vicente Ricaurte, quien colabora con la logística de la delegación de Boca en la ciudad. El pedido es porque el entrenamiento finalizó y los jugadores van saliendo y no van a dar declaraciones a los medios.
Carlos Bianchi es el más buscado por las madres de familia que quedan en el lugar y uno que otro periodista. El “Virrey” posa para un sinnúmero de fotos sin quejarse y con una sonrisa sincera. “Bueno... ya, ya, nos tenemos que ir, por favor, gracias”, dice uno de los colaboradores de Bianchi, que se paró al lado de él, ayudado por otros dos que rodearon al técnico argentino para que se pueda subir al bus donde ya estaban los jugadores para partir rumbo al hotel donde se hospedan desde su llegada.
Por su parte, Barcelona entrenó nuevamente ayer con el mismo hermetismo que el lunes. Lo hizo sin acceso a la prensa ni palabras para los medios de comunicación. Gustavo Costas no dio la rueda de prensa planificada, a pesar de que Boca Juniors no entrenó en el estadio Monumental.
Una vez terminada la práctica, que consistió en preparar jugadas de pelota parada, los jugadores siguieron concentrados en las instalaciones del club, donde permanecen desde la noche del pasado lunes.
Geovanny Nazareno quedó descartado para el encuentro de hoy debido a que se le diagnosticó una contractura muscular, mientras Damián Díaz sí sería de la partida, a pesar del golpe recibido en el encuentro ante Deportivo Quito.