En una noche de inspiración de Ezequiel González, acompañado por la precisión de Hernán Barcos, Liga de Quito venció ayer 2-0 a Vélez Sarsfield en el cotejo de ida de la semifinal de la Sudamericana.

El apoyo previo de los cerca de 25 mil aficionados presentes en Casa Blanca, con cánticos y juegos pirotécnicos, calentó el  ambiente en los graderíos. La temperatura de a poco se elevó con el desempeño de los “albos”, que salieron decididos a ganar el encuentro y a tomarse la revancha ante los argentinos, que los superaron en los dos choques de este año por Copa Libertadores.

Las pretensiones de los capitalinos se mostraron desde las primeras acciones, cuando Fernando Hidalgo, Miler Bolaños y Ezequiel González en su momento ensayaron potentes disparos que permitieron el lucimiento total del guardameta Marcelo Barovero, que estuvo oportuno para rechazar cuanto balón llegó sobre su reducto.

Pero Vélez no solo se dedicó a esperar al rival, con rápidos contragolpes y pases eficaces probó la resistencia del golero local Alexander Domínguez, quien en la primera  visita debió  apretar bien sus piernas para impedir que la pelota cruce la línea de meta.

Tras ese susto, el “Dida” pudo acentar sus nervios y mostrar mayor seguridad. Los “azucenas” seguían insistiendo con pases para el delantero Hernán Barcos y con disparos desde media distancia, que hacían lucir a  Barovero.
El mejor hombre de los “universitarios” y el que llevó el control de las acciones fue el volante Ezequiel González, que mostró su gran nivel al ejecutar tiros libres que apenas salieron desviados.

La desesperación por encontrar cuanto antes la anotación obligó a los dueños de casa a caer en algunas imprecisiones defensivas y de media cancha. El zaguero Diego Calderón y el volante Patricio Urrutia estuvieron errados en la habilitación de sus compañeros, e incluso fueron superados por la marca de los argentinos, creando zozobra en el último bloque ecuatoriano.

De eso se dio cuenta el DT Edgardo Bauza, que con gestos de enojo buscaba respuesta a las equivocaciones de sus pupilos. Con un respiro profundo calmó su malestar y pudo impartir nuevas instrucciones para acomodar a sus jugadores e impedir el peligroso accionar del adversario.

Así se fueron al descanso. Para la etapa de complemento el ánimo de los “albos” mejoró y eso les permitió  en la primera jugada inaugurar el marcador. Tras un disparo potente del  “Equi” González, que tocó en Barcos, llegó la primera anotación a los 49 minutos y el delirio total en los graderíos que se iluminaron con los juegos pirotécnicos.

A partir de ahí, los “azucenas” tuvieron un mejor control del balón, pero no pudieron traducirlo en anotaciones. Los de “Liniers” esperaron, dosificaron sus energías y en los minutos finales volvieron a inquietar la zona defensiva local.

Mas el anhelo de Liga de Quito fue incrementar la diferencia y lo logró  a los 84 minutos, a través de su  goleador, el argentino Hernán Barcos, que puso un remate preciso inalcanzable para el guardameta y su sexta conquista en este torneo.