Barcelona salva su debut en el torneo con un penal
El campeón no pudo arrancar con una victoria el campeonato 2013. Los dirigidos por Gustavo Costas se tuvieron que conformar con un empate 1-1 ante un Deportivo Quevedo que, de no haber sido por la mala percepción del árbitro, tal vez se hubiese podido llevar el triunfo en su estreno de vuelta en la serie “A”. Los autores de los goles fueron el paraguayo Luis Espínola, por los locales y el argentino Gonzalo Castillejos por la visita.
El ambiente era festivo en Los Ríos. Y cómo no serlo, si en la capital económica de la provincia se enfrentaban, por la primera fecha del campeonato, el “Ídolo Fluminense” y el cuadro más popular del país, Barcelona. Los quevedeños esperaban ansiosos a sus jugadores, pero sin duda que el equipo más aplaudido cuando saltó al gramado del 7 de Octubre fue el cuadro “canario”, que salió encabezado por su mejor jugador, el argentino Damián Díaz.
El conjunto local fue el que tomó la iniciativa, con su capitán John García y el británico Rohan Ricketts rotando el balón en el medio sector. Sin embargo, fue Barcelona el que a los 3 minutos, con un disparo de Michael Arroyo, que se fue por encima del arco defendido por Héctor Carabalí, inquietó el área quevedeña.
La cancha del estadio estaba tan resbalosa que se le dificultaba a los jugadores de ambos equipos controlar el esférico. Producto del “jabonoso” césped, el zaguero de Barcelona, Pablo Saucedo, tuvo que despejar la pelota ante el acecho de Patrick Quiñones por el costado izquierdo y el público presente pifió la acción.
A los 11’ el paraguayo Luis Espínola probó a Máximo Banguera con un disparo que exigió esfuerzo al golero “canario”. La respuesta de la visita llegó con un tiro libre por el costado derecho que ejecutó Matías Oyola, pero el golero Carabalí estaba bien ubicado. Cuando parecía que el “Ídolo” se acercaba al gol, fue el “Súper Depor” el que se adelantó en el marcador (20’), tras un tanto del paraguayo Espínola, que cabeceó luego de un centro por izquierda de Patrick Quiñones. El estadio 7 de Octubre y todo Quevedo vibraron con el gol del “guaraní”.
Barcelona se volcó al ataque en busca de la paridad, por lo que el zaguero Carlos Castro se ganó la amarilla tras derribar a Arroyo cuando se internaba en el área quevedeña. Al cobro fue “Gambetita”, que trató de colocarla, pero su disparo se fue por encima del horizontal. La última chance del primer tiempo para Barcelona la tuvo el “Kitu” Díaz, que desde los 35 metros sacó un zapatazo que pasó cerca del vertical defendido por Carabalí.
Para la etapa complementaria, el DT Costas ordenó el ingreso del argentino Ariel Nahuelpán, en lugar del volante de contención Freddy Olivo. Por su parte, el técnico Raúl Duarte no realizó ninguna variante. Al primer minuto de juego del segundo tiempo, el cuadro “torero” intentó sorprender por la derecha con un ataque de Juan Carlos Paredes, pero fue bien marcado por Castro, quien minutos más tarde abandonaría la cancha por lesión. En su reemplazo el estratega Duarte mandó a José Luis Cortez.
A los 54’ Roosevelt Oyola puso la mano en una jugada que Espínola llegaba tras sus espaldas y que el juez Ponce decretó como tiro libre. Toda la banca del Quevedo se le encimó al cuarto árbitro, recriminando que era penal. Pero la decisión del juez se mantuvo. Aunque la percepción de Ponce sí cambió cuando a los 58’ Rivera se barrió para evitar que Castillejos rematara al arco y el juez decretó penal. Desde los doce pasos el mismo Castillejos la mandó al fondo de las redes. Así Barcelona logró igualar un partido que perdía por el buen juego técnico del “Súper Depor”.
En ese instante el encuentro se tornó más trabado en el medio campo, con escasas ocasiones de peligro. Salvo un cabezazo de Castillejos a los 64’ y un remate de García a los 66’.
De esta manera el cuadro del “Ídolo del Astillero” se tuvo que conformar con un empate 1-1 ante un aguerrido Quevedo, al que ni la suerte ni el criterio del árbitro le acompañaron en su primer partido de vuelta en la serie “A”.