Barcelona cerró la primera etapa de LigaPro con 26 puntos. Puede cerrar en la quinta casilla si Delfín gana su último partido.

El cuadro torero, sin embargo, peleaba por la etapa hasta la recta final. ¿Qué pasó?

Los números marcan que hubo un bajón en su rendimiento, tanto de local como de visitante. Fuera de casa, Barcelona jugó 7 partidos. En ellos sumó apenas 8 puntos, anotó 9 goles y recibió 12.

Mientras, en el Monumental jugó 8 veces, de las que ganó seis y perdió dos. Por coincidencia, cayó en los dos últimos partidos.

El desequilibrio entre su rendimiento como visitante y local fue parte de su problema. El otro fue la cantidad de lesionados. Javier Burrai, una pieza fundamental en el equipo, se lastimó la espalda el pasado 19 de abril y apenas jugó.

Pero, no fue el único. En su momento llegó a tener diez bajas: Javier Burrai (lumbalgia), Mario Pineida (golpe), Carlos Rodríguez (distensión de ligamentos), Fernando Gaibor (tobillo), Luis Arce (operado del cruzado anterior), Christian Ortiz (meniscos afectados), Adonis Preciado (golpe), Jánner Corozo (golpe), Damián Díaz (sobrecarga) y Fídel Martínez (muscular). 

Estas lesiones generaron varios debates, sobre todo la de Javier Burrai, a quien inclusive le dijeron que no quería jugar y que buscaba un traspaso a México. “Quise hablar para aclarar todas esas mentiras. Estuve con muchos problemas, todavía no estoy bien, pero quise jugar para que no se hablen cosas que no son”, indicó Burrai después del duelo contra el City, el pasado 11 de junio.

Además, el nivel de los jugadores que los reemplazaron estuvo por debajo de las expectativas.

Las expulsiones también afectaron. En tres partidos recibió una roja. De ellos, en uno ganó (Guayaquil City) y en dos perdió (Emelec y Universidad Católica). Por coincidencia, lesiones y expulsiones ocurrieron en la recta final de la primera etapa.

El cambio de entrenador también pudo afectar, aunque ocurrió cerca del final del primer semestre. Fabián Bustos dejó el banquillo tras perder en el clásico del Astillero. En su lugar asumió Segundo Castillo, quien dirigió tres partidos, ganando uno y perdiendo dos.

AÚN TIENE VIDA INTERNACIONAL

Barcelona aún puede salvar parte del primer semestre. Todo dependerá del partido contra Cerro Porteño, el próximo 29 de junio, por la quinta fecha del grupo C.

En ese duelo le basta con empatar para avanzar a la Copa Sudamericana. De la Libertadores ya está eliminado.

El entrenador, Segundo Castillo, admite que ese partido será una final. “Hay que darle vuelta a la página, por que en pocos días tenemos un partido importante ante Cerro Porteño”, dijo.

Él aceptó que el club no está jugando bien. “Tenemos que trabajar y corregir. Este club tiene que estar siempre en lo más alto”, concluyó.