El mediocampista “torero”, Matías Oyola, quien ya posee la doble nacionalidad (argentino-ecuatoriano), en agosto próximo cumple tres años residiendo en el país. El “Pony”, como es conocido por su baja estatura (1,69), se ha ganado el cariño de la hinchada por el buen rendimiento que ha demostrado en la institución; y por ello, inclusive, este año es el capitán del equipo.

Aunque su contrato culmina a fines de junio, su intención es continuar en las filas “canarias” y ser campeón con el “Ídolo”. Hoy, a las 13:00, juega su segundo partido en el torneo como ecuatoriano con Macará en Ambato.

¿Qué sintió al conseguir su primer tanto como ecuatoriano?

Fue muy lindo (ante el Independiente), quedará como un recuerdo que siempre compartiré con los hinchas.

¿Cuál es su lugar favorito en Guayaquil?

Ahora estoy viviendo en Samborondón y a mí me encanta este sector. Soy muy hogareño, no soy de salir  a cada rato; paso la mayor parte del tiempo con mi esposa en la casa.

¿Algún lugar turístico al que prefiere ir cuando está libre?

Alguno específico no, sí hemos ido al Malecón (Simón Bolívar), a Las Peñas, que son sitios muy pintorescos y hermosos. También me gusta la Feria de Durán. Hay varios.

¿Se le complica un poco salir, quizás porque a cada paso encuentra a algún hincha que le pide un autógrafo o foto?

Sí, bueno, pero también es lindo recibir el cariño de la gente, de los niños. No reniego por ser una persona pública y conocida.

¿Realmente no le molesta?

Bueno (sonríe), a veces sería mejor estar en el anonimato, pero no me incomoda caminar y que la gente se me acerque para pedirme una foto.

Durante el año que vivió en Quito, ¿a dónde solía ir?

Allí también es hermoso, iba mucho a Mindo (queda a 2 horas y media de la capital), es un pueblo como de mucha selva, de vegetación, es un lugar tranquilo y armonioso. Pero las playas también me gustan mucho: Salinas, Montañita, Mompiche (Esmeraldas), cuando tenemos un tiempito, con mi mujer nos escapamos a la playa.

¿Cuál es su  plato  ecuatoriano favorito?

Con la comida es un poco complicado, porque todavía no me adapto. Sí me gusta el pescado, los mariscos, pero no suelo comer mucho; y mi pareja tampoco, entonces yo soy así para acompañarla un poco.

Entonces, ¿no le gusta el arroz con menestra y carne asada, el encebollado...?

No, eso no, aún no me acostumbro, el encebollado, corviche y todas esas cosas. Mis amigos de acá siempre me molestan y me dicen que ya es hora.

¿Su novia es la que le cocina?

Sí, a mí me gusta mucho la carne. En Argentina se come mucho la roja. De vez en cuando, con mis compatriotas nos vamos a cenar asado. Los cortes en las costillas acá son diferentes a los de Argentina. En Ecuador no he visto, no son del mismo tamaño.

¿Qué es lo que más extraña de su país?

Cuando viajamos, siempre nos venimos con mucha yerba para hacer el mate, siempre en la valija traemos de 3 a 4 kilos; y cuando mi familia está de visita, sabe que, para entrar, deben traerla.

¿Tiene hijos?

No aún no, quizás en el futuro, tengo 29 años y mi mujer 25. Los planes son para tenerlos más adelante... Ella se junta con las esposas de mis compañeros argentinos (Iván Borguello, Pablo Saucedo y ahora con Pablo Lugüercio), porque vivimos cerca todos.

¿Ella también extraña a su familia?

Un poco, pero ya hace un año que estamos acá y ya tiene toda su rutina acomodada. Ella maneja en Guayaquil como si estuviéramos en nuestra ciudad natal (Río Cuarto).

¿Planea tener un bebé ecuatoriano?

Esperamos que nazca acá, la idea es quedarnos en Ecuador por muchos años más.

¿Qué tal el tránsito en la ciudad?

Es tranquilo, en Argentina es más caótico, así como Quito. En Guayaquil es más llevadero.

¿Se le ha “pegado” algún modismo del país?

Acá llaman a los amigos “manes”, “brothers” (risas).