Atlético Mineiro es sinónimo de hazaña y de gloria en Brasil. El cuadro “carioca” acuñó anoche esos dos términos luego de vencer a Olimpia de Paraguay 4-3 en penales (2-2 en el global)  y obtener el primer título de la Copa Libertadores desde su fundación en 1908.      

Este título marca y consolida la hegemonía del fútbol brasileño en este torneo, ya que ha obtenido los últimos cuatro campeonatos  de forma consecutiva (Inter de Porto Alegre en  2010, Santos en  2011 y  Corinthians en 2012). Un dato relevante es que en las últimas nueve finales de la Copa hubo equipos brasileños.   

Para Ronaldinho el triunfo de anoche también es especial debido a que entró en el grupo selecto de jugadores que han ganado  la Libertadores y la Champions League en su carrera deportiva. Se unió a sus compatriotas Cafú, Dida, Roque Junior y a los argentinos Carlos Tévez y Walter Adrián Samuel.

La experiencia no es producto de la casualidad, dice un viejo adagio. Pero Olimpia no pudo reafirmar anoche  su tradición copera en el estadio Mineirao, ante más de 50 mil hinchas del equipo brasileño.     

En el plano futbolístico, Olimpia ubicó una línea con cinco defensores que complicaron el juego del rival. A los 15 minutos el equipo paraguayo tuvo la oportunidad de abrir el marcador a través de Fredy Bareiro, que a pocos metros del arco sacó un fuerte remate que fue detenido por el arquero Victor.

Las continuas faltas en la media cancha apagaron la velocidad del Mineiro y fue el Olimpia el que comenzó a controlar el balón. Finalmente el primer tiempo terminó con el marcador 0 a 0.

Cuando se jugaba el primer minuto del segundo tiempo un error del defensor del Olimpia, Wilson Pittoni, le permitió a Jó abrir el marcador. Con el gol el dominio del Mineiro fue total. A cuatro minutos del final, la constancia del equipo brasileño tuvo su recompensa cuando Leonardo Silva pudo anotar de cabeza el segundo gol y empatar la serie (2 a 2) y con ese marcador terminar los 90 minutos reglamentarios y dar paso al tiempo suplementario.

Pero ahí no hubo desempate y el partido se extendió a los penales. Aunque el Mineiro estuvo más cerca de concretar el tercer gol, el tiempo no le alcanzó y el campeón se definió en los tiros penales. Finalmente Matías Giménez estrelló su tiro en el vertical y la serie quedó 4 a 3.