La somalí Samia Yusuf Omar había conmovido al mundo con su carrera en los 200 metros en los Juegos Olímpicos de Pekín, donde llegó última, pero demostró el verdadero espíritu olímpico; pero no pudo repetir su participación en Londres pues murió en el intento de llegar en una patera (embarcación pequeña) a las costas italianas.

La triste historia de Samia ocupó las primeras páginas de los medios de comunicación italianos que citan las declaraciones de algunos de sus compatriotas somalíes, que aseguran que la atleta se embarcó en Libia con dirección a Italia buscando una nueva vida, pero murió en la travesía.

El entrenador de Sami, Mustafa Abdelaziz, confirmó que la atleta se embarcó este verano en una patera para intentar llegar a Italia y seguir su carrera deportiva ante la falta de fondos de su país.

Su madre, explicó Abdelaziz, vendió incluso un pequeño terreno para financiar su viaje y que pudiera así cumplir su sueño y tener una vida alejada de las guerras y la precariedad.

Samia nació en 1991. Era la mayor de seis hermanos. Su padre murió en uno de los conflictos de su país.