Llueve en Buenos Aires, pero no importa. Es la previa de una tormenta que se recordará por mucho tiempo en la ciudad. Por las inundaciones, por la falta del luz y, lo peor, porque el temporal dejó al menos cinco muertos. Barcelona llega al hotel céntrico que será su búnker durante su estadía en la capital argentina y lo reciben unos 300 hinchas. Cantan, aplauden a los jugadores uno por uno cuando bajan del micro, intentan acercarse para robarles una sonrisa, una foto, para pedir un autógrafo. Uno de los más ovacionados es ese muchacho flaco, altísimo, que rapidito empezó a ganarse los corazones de los fanáticos. No importa que en su pasado esté, nada menos, Liga de Quito. Los hinchas del Barcelona ya lo adoptaron como propio, saludaron su cambio de vereda y se lo hacen notar con esos gritos de apoyo. “La verdad, no es una sorpresa. Y no lo digo por mí, sino por todos los compañeros. Esta es una hinchada increíble que ahora me toca disfrutar pero que también supe sufrir cuando tuve que ir al Monumental a jugar con 70.000 hinchas en contra. Creo que en mi caso, más allá de que haya pertenecido a un club que es un rival clásico, reconocen el esfuerzo y el trabajo del día a día y de los partidos”, dice Ariel Nahuelpan.

-Me imagino que a todo este reconocimiento debe haber contribuido mucho que hayas hecho un gol muy especial, el milésimo del equipo en el Monumental de Guayaquil.

-Fue muy importante, sí, y estoy muy orgulloso de ese logro, sobre todo porque ahora disfruto de todo esto pero no fue fácil. Llegue a Ecuador el año pasado y me costó adaptarme a la altura de Quito. De todos modos, aunque no fue bueno en lo colectivo, en lo individual hice 12 goles en los 18 partidos que me tocó jugar de entrada. Ahora, en Guayaquil estoy muy contento y eso se ve en la cancha. No es fácil reemplazar a Mina, que hizo 30 goles en el campeonato que ganó Barcelona. El técnico me pidió una cantidad y voy a tratar de cumplir. Por ahora van seis…

-Meter uno en la Bombonera tendría un valor importante…

-Sí, sería espectacular pero no serviría de nada si el equipo no gana. Primero el triunfo, entonces.

-Lo necesitan, porque todavía no pudieron ganar en la Copa …

-Me parece que el rendimiento no se reflejó en algunos resultados. Con Nacional, en el debut, jugamos bien. Después sí caímos con Boca y no pudimos sacarnos diferencias con los mexicanos. Por lo que representa Boca, una victoria podría significar un despegue, es necesaria y sería realmente importante.

-En el torneo local levantaron después de un inicio complicado…

-Mejoramos, claro. Precisábamos un par de triunfos seguidos porque si no se nos iba a alejar mucho Emelec. Y las victorias repercuten en lo anímico porque además se lograron jugando bastante bien. Algo importante, además, es que no nos hicieron goles.

-¿Qué sacaron en limpio del primer partido con Boca?

-Que tenemos que cuidarnos muchos de la pelota parada, porque así nos lastimaron casi sin tener otro tipo de posibilidades de gol. Hay que poner mucha atención en eso.

-¿Es bueno enfrentar a Boca ahora? No vienen bien, especialmente en defensa.

-No sé. Pude ver algo del partido que jugaron con Independiente y es verdad que le llegaron mucho. Pero el arquero también juega y Orion tuvo un partido buenísimo. Ahora nos toca a nosotros y tal vez se dé un lindo cara a cara con él.

-No es tu primera vez en la Bombonera.

-No, me tocó jugar hace unos años con Chicago (en 2007, contra el equipo que dirigía Miguel Russo y fue campeón de la Libertadores) y perdimos. Espero poder dar vuelta esa historia ahora.

Y justo tu debut también fue contra Boca.

-Sí, pero en cancha de Chicago, en Mataderos, unos meses antes. Es un recuerdo agridulce porque perdimos, pero no lo voy a olvidar jamás porque fue mi primer partido. ¡En Boca jugaba cada uno! Palermo, Palacio… Y el técnico era La Volpe. Nosotros jugamos bien y tuvimos nuestras chances, pero al final fue 1 a 0 para ellos. Recién en la semana previa a ese partido el entrenador de Chicago (Rodolfo Motta) me subió a Primera, porque hasta entonces estaba en la Reserva, y nunca más me bajó. Realmente fue un sueño por el rival y porque se jugó a cancha llena. Ahora, seguramente también va a haber mucha gente y es un partido que se va a ver en todos lados. Ojalá que nos vaya bien.