Amaya espera trasladar su buena racha a Barcelona
José Amaya estuvo apenas un día en Guayaquil, sede de Barcelona, y luego se trasladó a Quito para sumarse a sus compañeros que realizan una pretemporada en la Casa de la Selección. Algo tímido en los primeros días, pero poco a poco empezó a integrarse por completo al grupo.
Dijo que es alegre, pero hasta el momento eso no se ha visto en la concentración y más bien se lo vio como alguien serio. Sin embargo, afirmó que será cuestión de tiempo tener confianza con el resto de la plantilla de Barcelona.
Contrario a lo que sucedió con el argentino Damián Díaz, que se integró el año pasado y casi de inmediato se convirtió en amigo de todos. Pero para Amaya no será problema relacionarse bien con el equipo y que eso se transforme en confianza en la cancha.
“Es un buen grupo que me recibió de gran forma. No es habitual que apenas llegado a un equipo exista una concentración total, como la que tenemos ahora en Quito, pero sirve para convivir y conocernos con todos, sobre todo los que somos nuevos en esta temporada”, afirmó.
Reconoció que Máximo Banguera es uno de los más bromistas en el equipo y agregó que el golero trata de imitar su acento. “Yo aún no me animo a bromear con el resto, hasta conocerlos mejor”, contó.
La primera semana en la capital lo recibió con frío, algo a lo que no estaba tan acostumbrado, pues las sedes de sus equipos anteriores, Barranquilla y Medellín, son calurosas. Apenas terminó el entrenamiento se puso una chompa y caminó con las manos en los bolsillos. Pero reconoció que no le cuesta actuar en la altura, porque en Colombia jugó muchos partidos en Bogotá (2.600 msnm) y estuvo una temporada en Millonarios de esa ciudad.
En su país lo conocen como un volante “cinco estrellas”, por los cinco títulos que ha conseguido en su carrera: dos con Junior de Barranquilla (2004 y 2011) y tres con Atlético Nacional de Medellín (2005 y 2 en 2007, en los torneos Apertura y Finalización).
A sus 31 años es la primera vez que sale de su tierra para actuar en el exterior, pues desde su debut en 1998, solo jugó en tres clubes colombianos: Junior, Atlético Nacional y Millonarios.
“Había la posibilidad de ir a otros clubes, pero me decidí por este equipo porque hay un lindo ambiente. El proyecto es que se está armando un buen equipo con miras a ser campeón, por lo que me dio mucho gusto venir”, afirmó el volante.
Cada vez que llegó para un equipo consiguió el campeonato, salvo en 2010 cuando estuvo en Millonarios y renunció antes de que culminara el año por el robo que hubo en su departamento. “Es una bendición estar en la lista de los jugadores que más títulos poseen en mi país. Espero trasladar esa racha a Ecuador”, aseguró.
El título que más recuerda es el último, que obtuvo el año pasado con Junior, después de que abandonó ese club en 2004, para regresar a la tierra donde nació y conseguir el quinto título personal.
Pero ese título también tuvo una anécdota. Al finalizar el encuentro, Amaya fue elegido para el control antidoping y él tardó en orinar para recoger la muestra. El vuelo chárter del equipo partió desde Manizales, pero él se quedó sin viajar y se perdió los festejos en las calles de la ciudad con sus compañeros.
“Me dolió mucho no poder regresar con todos y festejar con nuestros hinchas, pero fueron circunstancias que se presentaron y no pude hacer nada. Espero que ya no me vuelva a pasar”, contó.
La idea inicial antes de que terminara el año pasado era renovar con el Junior por dos temporadas más; sin embargo, eso no se concretó por el maltrato que recibió por parte de la directiva y se decidió por la propuesta de Barcelona, por sobre una que recibió de un equipo mexicano.
“Estoy en un equipo de renombre internacional, que se está armando bien y no quiero pasar inadvertido. El objetivo es uno solo, ser campeón y hacer historia en Ecuador, así como ya lo hice en Junior y Atlético Nacional”, resumió Amaya.
Hasta mañana en Quito
Barcelona terminará mañana su estancia en la capital con un partido de entrenamiento contra Universidad Católica en la Casa de la Selección a puerta cerrada. A las 16:00 está previsto su retorno a Guayaquil.
Estaba planificado un partido contra Macará, mañana en Ambato, pero se canceló por lo que optaron permanecer en Quito y enfrentar al equipo de la Serie B.
Después de ese cotejo se enfrentará a Deportivo Quevedo, el 22 de enero, luego a Orense en Machala el 25 de enero y terminará sus amistosos contra Independiente Santa Fe el 28 de enero en la “Noche Amarilla”, en la que se presentará a la plantilla 2012 y el nuevo uniforme de Barcelona.