Alberto Zaccheroni (61 años) tiene más de un motivo para recordar a Japón, el país en el que aprendió a disfrutar del sushi tanto como de la pasta de su natal Italia.

“Llegué a un país con una cultura muy diferente al resto del mundo, pero adaptarme no ha sido nada complicado. El estándar de vida es excelente, todo está muy limpio, muy organizado, la gente es cortés y amable. Me va a doler mucho dejar Japón el día que me toque”, reconoció.

Contratado en agosto de 2010 por la Asociación de Fútbol de Japón (JFA), el timonel ‘azzurri’ ha vivido intensas experiencias dentro y fuera de la cancha. Desde su debut el 8 de octubre de 2010 con una victoria 1-0 sobre Argentina, que se presentó con sus principales figuras -incluido Lionel Messi- demostró que estaba dispuesto a elevar el nivel del combinado nipón.

Pero el logro de derrotar por primera vez en la historia a un representativo ‘albiceleste’ de la categoría abosoluta, bicampeona del planeta, se quedó corto con el éxito de Japón en la decimoquinta edición de la Copa Asiática ‘Qatar 2011’, de la que se consagró campeón.

Aquel torneo, disputado del 7 al 29 de enero, evidenció un cambio en el rendimiento de los ‘samurái blue’, quienes a su tradicional juego de movimientos cortos y rápidos, le añadieron consistencia. Zaccheroni se las ingenió para adaptar la eficacia del ‘calcio italiano’ a la incansable voluntad japonesa, priorizando la seguridad y la defensa sobre el ataque y la creatividad.

Con eso le alcanzó para convertir al elenco del sol naciente en el máximo ganador del certamen regional, pues también levantó los títulos de 1992, 2000 y 2004, superando los tricampeonatos de Arabia Saudí e Irán.

La evolución futbolera de los japoneses se reflejó además en las eliminatorias asiáticas del Mundial Brasil 2014. Tras empatar 1-1 con Australia en Saitama el 4 de junio de 2013, se convirtió en el primer equipo del planeta en clasificarse. No obstante, el paso de ‘Zaccheroni San’ por Japón también incluye desazones, entre ellas el ‘papelón’ de sus pupilos en la Copa Confederaciones Brasil 2013, donde perdieron todos los encuentros y se resignaron a volver a casa en forma prematura.

Eso es algo que el entrenador europeo no está dispuesto a permitir durante el Mundial. Su objetivo es superar las campañas de Japón en las copas Japón-Corea 2002 y Sudáfrica 2010, en las que avanzaron a los octavos de final.

La misión no será fácil, antes deberá sortear la primera fase en el grupo C, en el que rivalizará con Costa de Marfil, Grecia y Colombia, planteles mejor ubicados -por ahora- en el ránking de la FIFA. Hombre sencillo, Zaccheroni no se inmuta por los retos, tampoco por los rumores de su no continuidad al frente de Japón luego del Mundial.

Hace falta más que eso para inquietarlo, tal vez otro terremoto, como el sufrido el 11 de marzo de 2011 mientras estaba en su departamento en Tokio. “Lo primero que pensé fue avisar a mi familia en Italia que estaba bien. Cuando pude regresar a casa, les avisé a todos y vi que me habían mandado cientos de mensajes de preocupación”, dice.