“Ahora me doy los gustos que antes no pude”
Las privaciones de la niñez y las travesuras de la juventud, como cuando olvidó con Pedro Quiñónez la maleta de ropa en el autobús, en una escapada a las playas esmeraldeñas sin tener que vestir después, parecen añoranzas muy lejanas para el futbolista ecuatoriano Christian Benítez de 25 años. La paternidad de la pareja de mellizos: Emily y Cristiano, que en agosto cumplirán dos años, transformó por completo su comportamiento.
En un alto a los trabajos físicos que cumple en la Casa de la Selección, el “Chucho” conversó con FANÁTICO. El carrito de juguete que no tuvo en la infancia hoy se transformó en un híbrido del año en el que llega a cada entrenamiento.
¿México transformó por completo su vida y las finanzas?
Realmente sí, tengo un sueldo muy bueno y he podido darme los gustos que antes nunca pude.
¿Gustos como apostar y perder un Mercedes?
A veces se gana y otras se pierde. El año pasado me tocó caer ante el Monterrey en la final del torneo mexicano con el Santos y tuve que pagarle a Walter Ayoví.
¿Fue una presión ser hijo de un jugador consagrado como Ermen Benítez?
Yo viví lejos de él, incluso nunca lo vi jugar, solo a través de videos. Nadie me relacionaba con él sino hasta que debuté. Su influencia fue mínima.
¿No creció con sus padres?
Mi madre Rita Betancourt tuvo que emigrar a Italia. Ella estaba separada de mi padre y me quedé muy chico (6 años) con mi abuelita Dersi López, con quien me crié.
¿Pudo concluir sus estudios secundarios?
Llegué hasta quinto curso y los dejé por completo. Hasta hoy no los he pensado retomar. Pero en un futuro no lo descarto.
¿Le costó adaptarse a la cultura mexicana?
No fue difícil, porque la gente es muy acogedora. Y el tener cerca a otros compatriotas facilitó la vida. Aunque siempre uno extraña su familia y la comida.
¿Qué pasó en el Birminghan de Inglaterra, en el que solo estuvo un año ( 2009-2010)?
Ahí experimenté un cambio total, comenzando desde el idioma. Me costó adaptarme, porque incluso al principio no estaba con mi familia y eso hacía más difícil mi vida. Creo que me faltó tiempo para mostrar todas mis condiciones, pero sé que habrá otra chance en Europa.
¿Ya existen interesados?
Hay rumores de Europa, suenan España, Inglaterra y Escocia, pero de momento no hay nada en concreto, tengo un contrato de 18 meses más con el Santos.
¿Qué es lo primero que hace cuando llega a Ecuador de vacaciones?
Primerito voy a ver a mi abuelita Dersi y después recorro algunas ciudades donde tengo familia. En cada una disfruto de la comida ecuatoriana, sobre todo de los encocados, que son mis favoritos. Eso no puede faltar.
¿De dónde nace el apodo de “Chucho”?
Me lo puso un profesor de mi padre, porque me decía que a él lo llamaban así de estudiante.
¿Cómo cambió su vida el nacimiento de los mellizos?
No sé como explicarlo con palabras, pero diría que ellos me hicieron ser más centrado y responsable en todas las tareas que realizo, tanto en la cancha como en casa... Me di cuenta de que debo ser el ejemplo para ellos.
¿Fue difícil ser padre de dos niños a la vez?
Las tareas fueron más complicadas para la madre (Lizeth Chalá) que es la que pasaba más tiempo con ellos. Ahora es más sencillo porque los llevo a todos lados conmigo, incluso a los entrenamientos. Trato de pasar el mayor tiempo posible junto con ellos; es una experiencia única.
¿Tienen un significado especial los tatuajes de sus brazos?
(Ríe). Sí, me recuerdan a mi esposa, la fecha del matrimonio y el nombre de mis hijos.
¿Cómo llega a la Copa América?
En estos momentos estoy trabajando en mejorar físicamente para llegar en un 100%. Este será mi segunda Copa América y quiero hacer un gran papel, la anterior fue en Venezuela y quedamos eliminados en primera fase.
¿Se anima a dar un pronóstico en la final de la Champions?
Yo creo que el Manchester le va a ganar al Barcelona, porque Antonio Valencia está en un gran nivel y el United es un gran equipo.