A los españoles les preocupa el relevo
Actualmente, 12 tenistas españoles se encuentran entre los 100 mejores del mundo y 2 de ellos, entre el top 10. Aquello refleja la hegemonía de los españoles en esta disciplina. Pero, ¿cuenta ese país con nuevos talentos para garantizar un futuro recambio? Ese es el debate que se mantiene latente entre los amantes del tenis mundial después de que este país ibérico perdiera, el domingo pasado, la final de la Copa Davis frente a República Checa.
El capitán del equipo, Lex Corretja, no quiere hablar de transición. Así lo expresaron ayer los portales de internet deportivos de España. Sabe que se enfrentará a una tarea complicada cuando empiece a recomponer la moral del equipo, maltrecha tras la derrota en Praga.
"Sí, sí", dijo lacónicamente un saturado David Ferrer, al referirse a su compromiso con el equipo en el 2013, después de haberse exhibido contra Tomas Berdych en un partido que el propio Lex calificó como el mejor que había visto en su vida.
Ferrer, con 76 victorias este año en 91 partidos, ha terminado la temporada saturado de tenis. Su único deseo en este momento es salir de vacaciones con su novia Marta hacia Estambul y olvidar la raqueta durante un tiempo.
Incluso medita cancelar una exhibición con el suizo Roger Federer en Brasil, para centrarse en sus compromisos oficiales en Doha y Auckland, donde defiende título, y luego en el Abierto de Australia.
Con el regreso de Rafael Nadal todavía pendiente de confirmar, antes del duelo contra Canadá, del 1 al 3 de febrero en el primer cruce de la Davis del 2013, Lex y su ayudante José María Arenas deberán volver a utilizar sus dotes de mediación y sus recursos convincentes, para que Ferrer, siempre comprometido con el equipo, confirme ese “sí” dado en la capital checa.
El equipo canadiense, al que enfrentó Ecuador el año pasado por la segunda ronda de la Zona Americana, está conformado por Milos Raonic, Frank Dancevic, Daniel Nestor y Vasek Pospisil.
Entre tanto Nadal volvió ayer a los entrenamientos en cancha, síntoma de que su lesión evoluciona de forma favorable, aunque ha descartado tener fijada una fecha para volver a competir. Sufre el síndrome de Hoffa (una inflamación de la zona de tejido graso de la rodilla).