A la final, gracias a “Súper Mario”
Varsovia.-
Italia llegó a su partido de semifinales con el aval de que nunca había perdido contra Alemania en una fase decisiva de un gran torneo y su buena estrella sigue brillando: la “Nazionale” se impuso 2-1 y peleará el título con España, el domingo.
La máquina germana tenía el favoritismo a favor, pero no contaba con que la “maldición” seguía vigente. Los dos goles del cuestionado atacante Mario Balotelli, los “azurris” ratificaron su superioridad.
El autor del doblete quedó como líder de la tabla de goleadores con tres tantos, junto a Cristiano Ronaldo, Mario Gómez, Alan Dzagoev y Mario Mandzukic. Aunque el italiano tiene la posibilidad de llevarse la Bota de Oro si anota en la final.
Los dirigidos por Cesare Prandelli se impuso con un cabezazo de Balotelli (20’), tras centro desde la izquierda de Antonio Cassano, y un bombazo del punta del Manchester City (36’) después de un pase desde mitad de cancha de Riccardo Montolivo que paró el atacante con destreza y luego “fusiló” a Neuer.
El volante Mesut Özil descontó a los 92’ de penal, luego de una mano de Federico Balzaretti. La “máquina” de Joachim Löw esperaba cortar una racha nefasta contra la “Azzurri”, a la que jamás derrotó en partidos oficiales de grandes citas, con la final del Mundial 1982 (3-1) como principal espina, pero también dos semifinales mundialistas, especialmente la de 2006, que sufrió parte de este mismo plantel (2-0).
El domingo, en Kiev, Italia intentará quebrar la “dictadura” del fútbol español que la misma “squadra” creó, al perder en cuartos de final del Europeo de 2008 por penales en Viena y dar alas a una selección que siempre amenazaba, pero nunca ganaba títulos.
Desde aquel triunfo, la “Roja” se agrandó y logró un doblete Eurocopa-Mundial, por lo que Andrea Pirlo y compañía buscarán impedir el histórico triplete que pueden conseguir los ibéricos, aún lejos de sus cuatro coronas mundiales y una europea (1968).
El partido tendrá un antecedente reciente, el empate 1-1 en el debut de ambos equipos en el Grupo “C”, que ganaron los españoles. La paradoja es que España tuvo el destino de Italia en sus manos, pues un empate 2-2 ante Croacia (victoria 1-0) en la última fecha liguera hubiera eliminado a los transalpinos.
Hasta la final, Italia llegó de menos a más, tras aquel estreno alentador contra la “Roja”, luego otro empate 1-1 ante Croacia y un triunfo 2-0 frente a Irlanda.
En cuartos se impuso por penales (4-2 tras 0-0) a Inglaterra. En cambio, Alemania llevaba cuatro victorias seguidas, Portugal (1-0), Holanda (2-1), Dinamarca (2-1) y 4-2 a Grecia en cuartos, por lo que ayer era claramente favorito.
La clave del triunfo “azzurro” se dio por el dominio en los duelos personales más esperados, Mesut Özil-Andrea Pirlo en la medular, Mario Gómez-Andrea Barzagli y los metas Neuer-Gianluigi Buffon, pero también porque impuso su ritmo en el campo y sacó de punto a la máquina germana, menos vertiginosa que de costumbre.
Löw, que sorprendió a medias al volver a su equipo del debut del torneo, salvo la inclusión de Kross por Thomas Müller, en la segunda parte intentó refrescar el juego con Klose por Gómez y Reus por Podolski, pero el resultado fue nulo.
En la primera parte, el veterano Buffon puso sus manos para tapar el peligro. Mats Hummels (5’) de cabeza, aunque allí apareció Pirlo para despejar en la línea, un centro de la muerte de Boateng (13’), un remate de Ozil (27’) y poco más.
En cambio, Italia durmió el juego en el centro, hizo esfuerzos colectivos para detener a la generación de oro germana y los todoterreno como Montolivo incluso se animaron a llegar hasta Neuer, antes de dar un pase de 40 metros para dejar solo a Balotelli en el segundo tanto.
El defensor italiano Andrea Barzagli dijo que Mario es “brillante”. “Tiene mucho talento, pero esta es una victoria de equipo”.