Viajeros
Los riesgos de la despresurización
La rapidez con la que reaccionen los pilotos es determinante cuando se produce una despresurización de la cabina del avión.
Para enfrentar esta situación de emergencia, los pilotos siguen un protocolo de actuación que básicamente consiste en un descenso inmediato de la aeronave.
Cuando esto ocurre, las mascarillas saltan de forma automática si la presión de la cabina se reduce por debajo de la presión equivalente de la atmósfera a 4.500 metros.
Pero, ¿por qué es necesario el uso de mascarillas? A grandes alturas entran en juego 3 ambientes distintos: el que existe en el exterior del avión, el que hay en el interior y el ambiente fisiológico propio del interior de los pulmones.
Un avión comercial de pasajeros suele volar a alturas entre 9 mil o 10 mil metros sobre el nivel del mar y a esa altitud, la atmósfera es distinta a la que las personas tienen en Tierra. Algunos físicos comparan a la atmósfera como un inmenso océano de aire.
Cuando el avión despega, comienza a ganar altura rápidamente y la presión exterior va disminuyendo. Si se permitiera que la presión en el interior del aparato fuera la misma que en el exterior, la situación sería incómoda y peligrosa para los pasajeros.
Para evitarlo, el fuselaje se construye hermético y el interior se rellena artificialmente con aire a una presión ligeramente más baja de la que existe a nivel del mar. Así pues el avión que circula a gran altura, 10 mil metros, tiene el interior con una presión mucho más alta que el exterior. Si por accidente se abre un boquete en el fuselaje de un avión volando a gran altitud, la presión artificial que existe en el interior del aparato se pierde bruscamente y los pasajeros quedan expuestos a la presión exterior que es mucho más baja.
Las máscaras permiten seguir respirando, mantienen la oxigenación de la sangre y evitan la pérdida de conocimiento.
Según la revista digital 20 minutos. es, la despresurización provoca mareos, dolor en el oído y en la parte frontal de la cara por la diferencia entre la presión del interior del oído y la del exterior. Cuando esto ocurre, el piloto tiene que tomar su máscara de oxígeno, ponérsela y empezar a investigar dónde está el fallo.
Los motivos principales de despresurización son una avería de la válvula de sangrado, una fisura en el fuselaje o un mal cierre de la bodega, entre otros. Durante este tipo de emergencias, el avión debe bajar hacia niveles en los que la atmósfera sea más respirable, lo que se ejecuta con una maniobra controlada, pero que suele ser más rápida que el descenso normal a un aeropuerto, por lo que se pide emergencia para que el controlador y las aeronaves circundantes conozcan la situación y se separen del camino de la aeronave con problemas.
Según los pilotos, esta maniobra no es muy complicada de realizar, aunque destaca que su complejidad depende del espacio aéreo donde se está efectuando.
Por otro lado, se conoce que el oxígeno comprende el 21% de la atmósfera, independientemente de la altura, pero la presión del aire disminuye cuando aumenta la altitud por lo cual resulta difícil obtener el oxígeno necesario para el cuerpo a grandes altitudes. Esta dificultad comienza a los 9 mil metros, en donde todas las personas requerirían oxígeno adicional.
Por esta razón, los aviones están equipados con sistemas de presurización. Los expertos han descrito que existen varios grados de despresurización. Una de ellas es la rápida o explosiva que sucede cuando hay un cambio brusco de presión.
Los pilotos descienden de emergencia cuando ocurre este incidente. En ese momento, hay que utilizar las mascarillas.