Cuando Mark Zuckerberg diseñó la red social Facebook, el 4 de febrero de 2004, la concibió como un entorno virtual casi perfecto; en ese entonces solo había lugar para la opción ‘me gusta’ y las caras felices.

Parecía ser la plataforma donde no cabían los desacuerdos ni los debates acalorados. Hoy, después de casi una década, Facebook ha reconocido que en esta red también hay lugar para los desacuerdos y para las noticias desagradables. “Me encanta”, “me divierte”, “me asombra”, “me entristece” o “me enfada”, con sus correspondientes caritas, son las nuevas posibilidades que tienen los cibernautas de esta comunidad social para demostrar su reacción ante determinadas publicaciones.

En realidad, la nueva funcionalidad, “Reacciones”, estuvo disponible primero, a manera de prueba, en Irlanda y España y luego se implementó a escala mundial hace casi un año. Aunque estas opciones fueron bien recibidas, el sistema Facebook Reactions (reacciones de Facebook) no ha superado las expectativas de la propia compañía y eso se refleja en diversos estudios.

Quintly, compañía especializada en realizar análisis en Internet,  evaluó 130 mil publicaciones, entre el 10 y 25 de abril de este año, para determinar cómo interactúan los usuarios de Facebook.

Los resultados mostraron cómo esas otras formas de expresión son ignoradas por la mayor parte de la comunidad. Del total de publicaciones analizadas, entre las que se incluyen video y fotos, la interacción de los usuarios se limita en su mayoría al “me gusta” (76,4%); seguido de la opción de compartir (14%) y comentar (7,2%).

Además, de todas las publicaciones, el 97% obtuvo “me gusta” y solo el 3% recibió algunos de los 5 sentimientos que los usuarios pueden expresar a través de los nuevos botones. A pesar de su poco uso, “me encanta” es el más utilizado, seguido de “me enfada”, “me entristece”, “me asombra” y “me divierte”.

Como lo describe Quintly en su blog, para los anunciantes y compañías, Facebook Reactions es una gran herramienta para poder analizar el contenido, las conversaciones y cómo es su comunidad para conseguir dirigirse a ellos con un claro objetivo: vender, ajustando el contenido y mejorando el enfoque de sus acciones. La compañía de análisis UserTesting publicó, hace solo unas semanas, un informe en el que indicaba que Facebook Reactions no era una herramienta muy utilizada ya que para el 45% de los usuarios, el aplicar estos emoticones en los comentarios de sus contactos les resulta difícil y poco intuitivo.

Para las compañías especializadas en marketing, la existencia de los emoticones es clave para conocer las reacciones de los usuarios ante determinadas publicaciones o anuncios publicitarios.

De acuerdo con el comunicado, se insta a la población a no usar las nuevas opciones de reacción de Facebook para no poner en peligro su privacidad, informó el diario The Independent.

Según el informe de la Policía, el sitio web utilizaría los emoticones para acumular información sobre sus usuarios y elegir la mejor manera de presentarles anuncios publicitarios.

Una investigación publicada en la revista Social Neuroscience, demostró que cuando la cara feliz se hace de la manera habitual –dos puntos, guión y paréntesis–, el cerebro se activa de la misma manera en que lo hace cuando ve una cara real. Según los investigadores, no ocurre lo mismo en la secuencia contraria, (-: , que fue interpretado como lo que es: una serie de signos de puntuación.

Las caras humanas, por el contrario, fueron reconocidas incluso cuando se mostraban boca arriba. El hecho de que los científicos se hayan interesado por los emoticones y el cerebro, hace pensar que estos símbolos, y los emoticones –una versión gráfica más evolucionada– se han convertido en recursos clave para las comunicaciones en línea. Si bien su diseño ha evolucionado, el contenido es el mismo.

Los usuarios añaden emoticones al final de un mensaje para mostrar su estado de ánimo o para reforzar la idea que se desea transmitir, pero también hay veces en las que los usamos solos, como respuesta independiente.

Aunque son miles los usuarios que defienden su uso, hay otros que consideran que estos símbolos pueden llegar a confundir y generar malentendidos en las conversaciones. El significado de los emoticones varía entre cada persona, así lo demuestra el estudio de la Universidad de Minnesota.

El equipo encargado del estudio realizó una encuesta a 304 personas para determinar lo que pensaban de los emoticones más populares. Para la muestra solo se usaron los íconos más conocidos, como el típico smiley (sonrisa), y los resultados demuestran que la gente los percibe de distinta manera, lo que podría generar confusión.

ESPECIALISTA

“Facebook no ha fracasado al presentar estos emoticones”

El nivel de aceptación de los usuarios no fue el que inicialmente esperó la red social Facebook. Los usuarios, muchas veces, están acostumbrados a un sistema binario: un sí o un no, es decir, un “me gusta” o un “no me gusta” y al tener más opciones se corre el riesgo de que permanezcan subutilizadas, pero todo es hábito. No me parece que Facebook haya fracasado al presentar estas reacciones.