Salud
Las gafas protegen de los rayos UV y previenen las arrugas
Las gafas se han convertido en un accesorio fundamentalmente de moda. Incluso son un artículo indispensable para combinar las prendas de vestir. En el mercado están disponibles diferentes modelos, colores y, sobre todo, surtidas marcas.
Muchas veces, las personas se preocupan por adquirirlas fijándose solo en la estructura del rostro e incluso que combinen con la vestimenta, pero se olvidan de que este artículo debe reunir algunas condiciones.
No hay que dejar de lado el fin con el que este artículo se creó, ya que además de ser un aliado de la estética, también cumple una función: proteger de los rayos del sol.
Uno de los requisitos que debe cumplir el accesorio es contar con un filtro que absorba por lo menos el 70% de la luz visible, pero sobre todo que bloquee la luz ultravioleta, los rayos UV, recomendó el oftalmólogo Ramiro Aguirre.
El experto señaló que en Quito, entre junio y septiembre, aumentan las consultas por pedir recomendaciones al comprar espejuelos. Indicó que la demanda de estos accesorios es más frecuente en la época de verano, cuando los rayos del sol llegan con más intensidad.
En esta temporada, la luz solar se refleja directamente en los ventanales de los edificios o en los parabrisas de los vehículos y generan un fuerte impacto de luz que llega directamente a los ojos, exponiéndolos a los rayos ultravioleta.
Los rayos UV son radiaciones electromagnéticas de la misma naturaleza que la luz. La excesiva exposición a estos puede generar daños a la salud. Hay que recordar que en el Ecuador, los rayos UV caen en dirección perpendicular, por lo que hay mayor intensidad.
La Agencia Espacial Civil Ecuatoriana, por ejemplo, alertó de que la radiación es más fuerte en Guayaquil y Quito.
Aunque es imperativa la necesidad de procurar protección permanentemente, Aguirre reconoció que la mayoría de los ciudadanos se conforma con llevar gafas oscuras porque piensa que eso es suficiente para protegerse de los rayos solares. “Ese concepto de protección es erróneo. Lo más importante es que sean homologadas”, reiteró.
María Fernanda Tapia, médica cosmetóloga, opinó que Ecuador es un país en donde ingresan artículos de todas las marcas y provenientes de lugares como Estados Unidos, Europa y Asia por lo que no es tan fácil encontrar anteojos que cumplan con dicha homologación y con los estándares internacionales que regulen sus características.
Sin embargo, de forma general, la experta sugirió que las personas pueden fijarse en los anteojos que llevan la marca del Comité Europeo (CE), el cual certifica como las más apropiadas para proteger el globo ocular de los rayos UV.
Esta etiqueta —dijo— mantiene en vigencia la normativa EN 1836:1997. Estos números no son un código al azar. Se trata de una serie que pertenece al nivel de protección.
También se debe observar si en los lentes constan las iniciales UV, que indica que tienen un filtro de protección de rayos ultravioletas, también tiene que constar un número que corresponde al número de categoría del filtro.
Otro detalle que puede tomar en cuenta: las gafas que garantizan efectiva protección cuentan con información adicional (nombre del fabricante, o del proveedor), etc.
Protección para la piel y el contorno de los ojos
La dermatóloga Alejandra Almeida opina que la protección de los ojos no es el único factor que se debe tomar en cuenta.
Almeida señala que los contornos faciales deben incluirse, ya que también son sensibles al daño a causa de los rayos solares.
La experta explica que la estructura de las gafas puede —dependiendo de su modelo— ayudar a cubrir el contorno de los ojos y hasta los pómulos, que son zonas en donde se producen arrugas fácilmente cuando penetran los rayos UV.
Hay un pero. Los usuarios de estos artículos también deben tomar en cuenta de qué material se compone el armazón de los espejuelos. “El material con el que se forma la montura es fundamental”.
Almeida señala que, en lo posible, se deben evitar las estructuras de metal ya que reflejan la luz del sol en la parte inferior de los ojos lo que podría provocar quemaduras muy suaves pero que, con el paso del tiempo, dan origen a las manchas en la piel.
Ante ello, sugirió emplear lentes antirreflejo porque tienen la propiedad de bloquear más los rayos UV, no solo en los ojos, sino en el contorno facial.
La dermatóloga reconoció que muchas personas prefieren comprar gafas en la calle porque son más económicas. Señaló que no es lo más recomendable porque generalmente son elaboradas de material plástico y sin filtros solares.
No obstante, reiteró que los consumidores al menos deben fijarse de que este accesorio sea cómodo, que cubra la dimensión de entre las cejas y los pómulos, pero, sobre todo, que el modelo ayude a ver bien, ya que de no ser así las personas tienden a entrecerrar los ojos provocando una tensión que, con el paso del tiempo, se transforma en ‘patas de gallo’ o arrugas prematuras. (I)