Buen Sentir
La pizza italiana se recrea en Ecuador
La oferta de pizzerías en el país es alta. Prácticamente se puede asegurar que en cada barrio de las principales ciudades del país hay un restaurante especializado en prepararlas. Desde hace varias décadas, la pizza se convirtió en la comida más exportada y globalizada del mundo quizás, entre otros factores, porque los primeros inmigrantes italianos en Estados Unidos, Argentina, entre otros países de América, no podían concebir la vida sin este plato.
Quizá por la sencillez de cocinarla y la facilidad de consumirla, ha conquistado a miles de comensales. Sobre el origen de la pizza no hay acuerdos definitivos, pero de lo que sí hay certeza es que los romanos ya la comían. Era como un pan que se consumía rápido en la calle, un pan, por supuesto, sin levadura, porque este último ingrediente pertenece a la tradición judía. Aunque hoy son muchos los latinos que preparan este platillo, siempre resulta tentador ingresar a la pizzería de un italiano o italiana y probar este bocadillo como si estuviéramos en ese país.
Santina Rosano, quien nació en Milán, guarda los secretos de “la verdadera pizza italiana” bajo 7 llaves. En realidad, esta empresaria italiana que comía pizza desde su infancia, sabe que hay 2 cosas que no es posible comprar: la habilidad para preparar la masa y la destreza para cocinarla. Santina, propietaria de la pizzería Al Forno, explica que la primera vez que vino al país fue en septiembre de 1994.
“Vine a visitar a mi prima que tenía un restaurante en Ecuador”. Luego Santina visitó Perú y regresó a Italia, pero no permaneció allí por mucho tiempo. “Me quedé enamorada del cielo de Quito. Esa fue una de las razones por las que regresé y me radiqué en esta ciudad”. A los pocos meses de vivir en esta urbe, decidió abrir un restaurante de comida italiana, pero con el transcurso del tiempo, decidió especializarse en pizzas.
Santina y su familia probaron la pizza clásica, la americana, con la masa muy gruesa y rellena de queso, pero prefirieron la verdadera pizza italiana, aquella que se vende en la mayoría de regiones de Italia: tiene la masa delgada, suave y es fácil de digerir. Según ella, este tipo de pizza puede ser fácilmente consumida por una sola persona.
Esta empresaria, nacida en Milán, comenta que no fue fácil encontrar todos los ingredientes para prepararla, pero consiguieron 2 proveedores de queso italiano, preparados por la familia Rossi en Ecuador. El aceite de oliva y, en ocasiones, la levadura la importan de Italia, porque —según afirma— el aceite en su país tiene un sabor único.
Confiesa que solo con el tiempo y la práctica, se consiguieron determinar las cantidades adecuadas de harina y levadura para obtener una masa como en Milán. Este cálculo y los tiempos de reposo por la levadura tienen que estar concebidos para la altitud de 2.400 metros sobre el nivel del mar. Conocer las cantidades precisas es tan esencial como tener un buen brazo para amasar la base que está hecha de tomate y queso mozzarella.
Para Santina, la pizza no es, de ningún modo, comida chatarra, porque cuando la prepara un italiano, todos los ingredientes -la mayoría verduras frescas- son nutritivos y bajos en grasa.
La pizza es, en realidad una joya italiana, pero después de Italia, Ecuador es uno de los países se lleva la palma en el arte de elaborar esta deliciosa receta.
Las pizzas ecuatorianas, sobre todo aquellas elaboradas de manera artesanal tienen una personalidad propia. Alan Viteri, propietario de Luky Pizzería, manifiesta que esta es una es una franquicia de Luky Ristorante italiano con una historia de 45 años, fundada por el italiano Luki Spaziani quien llego al Ecuador y fundó la primera pizzería italiana en 1968, convirtiéndose pronto en un ícono de tradición del buen sabor.
Según Viteri, todas las pizzas que se preparan en Lucky se cocinan en horno de leña, porque así adquiere ese “sabor ahumado” tan agradadable de la preparación artesanal.
Además —señala— en este local, no se usa la pasta de tomate para pizza, sino que se elabora una salsa especial con tomates frescos cocinados. Consuelo Sánchez, fanática de este platillo, dice que lo bueno de la pizza es que es posible escoger entre múltiples opciones o incluso armar una con varios ingredientes. Para ella, la pizza sabe mejor cuando está recalentada y se sirve en el desayuno.
Santina Rosano llegó a Ecuador, por primera vez, en 1994. Unos años después regresó y abrió su primer local de comida italiana en la capital.