Hay muchas maneras de ejercitarse, pero pocas garantizan la pérdida de peso en el corto plazo.

Si bien la constancia y la dieta inciden en el peso, hay técnicas concebidas para ayudar a las personas a eliminar los depósitos de grasa sin comprometer su salud.

Uno de estos métodos se conoce como electroestimulación muscular (EMS), técnica que utiliza una corriente eléctrica adecuada para causar una contracción muscular de manera similar a los impulsos que envía el sistema nervioso central para controlar las acciones de los músculos.

Según lo describe la BBC de Londres, se trata de un traje con electrodos que cubre el cuerpo conectado a una máquina con diferentes programas de entrenamiento con los cuales se consigue alcanzar las fibras musculares que son más difíciles de activar por medio de un entrenamiento físico convencional.

Este método que promete ayudar a reducir ‘los gorditos’ no es nuevo; hace algunos años solo lo aprovechaban quienes sufrían lesiones y necesitaban un método eficaz para recuperarse. Hoy, esta técnica se ha adaptado a cualquier persona sana.

La electroestimulación fue concebida para ayudar a ejercitar el cuerpo, pero con menos carga. Es así como los impulsos eléctricos permiten que el músculo reciba mayores estímulos y, al mismo tiempo, incremente la tensión y provoca que el entrenamiento sea más eficaz.

Andrés Moreno, instructor fitness, explica que aunque esta técnica ayuda a modelar el cuerpo, no debe ser considerada como una herramienta ‘ideal’, porque, según su opinión, es apenas un complemento de otras actividades deportivas. “Si no realizamos otros ejercicios y no mantenemos una dieta sana, no podremos ver resultados”.

Un estudio publicado por el español Azael Herrero, instructor en Soporte Vital Básico, la electroestimulación en el mundo del deporte se utiliza, en particular, para mejorar la fuerza muscular y aumentar la masa muscular; incrementar la resistencia muscular; y para la recuperación después de haber realizado un gran esfuerzo físico.

Según este especialista, la eficacia de esta técnica depende de los casos y lesiones. De ahí que los estudios científicos han demostrado que en gente sana la electroestimulación mejora menos la función muscular que el entrenamiento voluntario.

En un proceso de rehabilitación después de sufrir una lesión, es igual de eficaz que el entrenamiento voluntario. Pero durante un proceso de inmovilización sí es más eficaz que el entrenamiento voluntario para evitar la pérdida de la función muscular, así como para evitar la atrofia muscular.

Quienes practican por primera vez esta técnica explican que una de las formas más seguras de entrenar es mantener la articulación a ejercitar en un ángulo fijo durante el ejercicio físico. Este ángulo puede cambiar mientras se ejecuta entrenamiento.

“Si queremos entrenar fuerza con electroestimulación y, en consecuencia, utilizar corrientes de alta frecuencia, no se debería utilizar en la misma musculatura más de 2 o 3 veces a las semana”, dice el investigador Azael Herrero.

La esmeraldeña Adriana Hernández, especialista en esta técnica, explica que la electroestimulación ayuda a tonificar la musculatura. Otra de las ventajas es que permite trabajar las adiposidades localizadas y hacer un drenaje profundo.

Adiposo es una palabra de origen latino que proviene de adiposum, que se desprende de adip, que significa ‘grasa’ y osum, abundante.

Hernández considera que este método resulta de mucha utilidad para trabajar el busto y los glúteos con buenos resultados.

Según afirma, esta técnica debe combinarse con otras máquinas para mejorar aún más la tonificación muscular.

“La electroestimulación está concebida, principalmente para reducción de medidas. Por ahora, es una técnica muy demandada por mujeres cuyas edades oscilan entre los 30 y 40 años.

Aunque son ellas quienes más demandan este servicio, también hay algunos hombres que se atreven a ejercitarse bajo este sistema. “Hay ejecutivos que toman paquetes especiales”.

La especialista considera que quienes ya presentan flacidez en algunas áreas de su cuerpo pueden optar por este sistema. En Ecuador, hay algunos centros especializados en ofrecer sesiones de electroestimulación para hombres y mujeres. La mayoría de las sesiones contemplan también el uso de otras máquinas para complementar el ejercicio. En promedio, cada sesión cuesta $ 45.

Los aparatos de electroestimulación trabajan según el objetivo que se persiga, por lo que es importante elegir bien la intensidad de las descargas que se aplican y la zona donde se colocan los electrodos que van pegados, de forma directa, a la piel. (ARB)

Para muchos instructores, este método de ejercitación física es apenas un complemento de otras actividades deportivas.