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Buenos Hábitos

¿Cómo dejo de comerme las uñas?¿Puedo dañar mis encías?

¿Cómo dejo de comerme las uñas?¿Puedo dañar mis encías?
Foto tomada de: www.vanguardia.com.mx
27 de febrero de 2016 - 00:00 - Redacción de7en7

Comerse las uñas es un mal hábito que no solo puede hacer que las manos se vean antiestéticas, sino que podría dañarlas permanentemente las mismas uñas. Es más, este hábito incluso podría afectar los dientes y las encías.

Morderse las uñas, lo que se conoce médicamente como onicofagia, es un trastorno de control de impulsos que la persona experimenta cuando está ansiosa o nerviosa. Para los afectados, es un acto autocalmante o una manera de mantenerse bien despiertos y alerta.

El acto transmite nerviosismo a los demás y le da una forma muy poco estética a las uñas. Pero los dedos no son los únicos afectados, debido al número de bacterias que hay debajo de las uñas, las personas que se las muerden corren el riesgo de contraer alguna enfermedad o, como mínimo, un malestar digestivo. Y por último pero no menos importante, puede afectar también la salud dental.

Los dentistas suelen aconsejar a sus pacientes que eviten morder cosas duras como cubitos de hielo para que los dientes no se astillen. El mismo aviso se debería aplicar a aquellos que se muerden las uñas, porque al ser duras, pueden provocar un exceso de estrés a los dientes, lo que podría resultar en la rotura de estos.

Morderse las uñas también provoca estrés a las encías, así como el riesgo de que los fragmentos de uñas entren en las encías. A largo plazo, esto provoca enfermedad periodontal que puede conllevar la pérdida de dientes.

Como se lee son muchas las razones por las cuales los afectados deberían dejar de morderse las uñas antes de que se convierta en un hábito. A no ser que quieran comprometer su dentadura y su sonrisa. En el caso de que ya haya provocado daño en los dientes, hay 2 pasos que se deben seguir: el primero es pedir ayuda profesional para acabar con el hábito, y el segundo es acudir al dentista para que pueda tratar la afectación dental.

Hay muchas opciones para tratar los dientes astillados o rotos: la adhesión dental, las carillas de porcelana y las coronas dentales, entre otras. El mordedor compulsivo de uñas puede estar tentado a comer no solo estas, sino también la cutícula y la piel de alrededor, provocándose heridas a través de las cuales puede sufrir infecciones. A veces la uña puede llegar a un punto en el que no crece más, quedándose pequeña y ensanchándose el dedo.

www.propdental.es

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