Planeta
Comida congelada en el zoológico
Mientras hay países donde la temperatura desciende varios grados bajo cero, en el zoológico de Johanesburgo, en Sudáfrica, viven una ola de calor con temperaturas que llegan a superar los 40 °C un problema tanto para los humanos como para los animales.
Por eso, en un zoológico de esta ciudad han decidido congelar los alimentos que reciben los animales. Frutas, verduras e, incluso, la carne se han convertido en helados. Un nuevo alimento que algunos comen con palo, como los primates; disolviéndolos en agua; o aplastándolos para sacar todo su jugo. Un frescor que se compagina con las duchas que algunos reciben todos los días.
Este no es el único zoológico en el mundo donde se proporciona este tipo de comida a los animales. En Roma, Italia, un zoológico también suele alimentar a sus animales con una dosis diaria de frutas heladas para ayudarlos a soportar los veranos.
En esta época, los cuidadores del zoológico tiran pedazos de kiwis, melones, uvas y manzanas —preparados por niños que integran una escuela de verano en el zoológico Bioparco— en los recintos donde viven los animales.
Los animales más hambrientos, como el oso marrón de los Balcanes, tienen en su menú un plato de pescado congelado.
Los encargados del zoológico de Johanesburgo indicaron que la comida congelada no solo baja la temperatura de los animales, sino que también fuerza a los mamíferos a comer más despacio, ayudando en la digestión.
El zoológico dijo que alimentar a los animales con comida congelada no es dañino para su salud.
Esta es solo una de las medidas tomadas para ayudar a animales como los monos de nieve japoneses, acostumbrados a temperaturas de 15 grados bajo cero, a adaptarse al clima mediterráneo.
En Río de Janeiro, Brasil, también se ofrece este tipo de comida a los animales del zoológico, en especial, cuando el calor es sofocante. Algunos animales, en general, los más grandes, fueron consentidos con gigantes cubos de hielo rellenos de carne cruda y frutas para evitar que sufrieran insolación y deshidratación.
A la mayoría de los animales del zoológico no les disgusta este tipo de comidas y pueden pasar horas lamiendo sus alimentos helados. A algunos monos y otros primates les dieron cañas de bambú para chupar, rellenas de yogur y sandía congelados para mantenerse frescos. Además de ayudar a refrescar a los animales, los aperitivos helados los estimulan a buscar más comida y mantenerlos en movimiento.
Para el director del Buin Zoo (Santiago de Chile), Ignacio Idalsoaga, en los animales, lo más entretenido está asociado con la comida. Ellos viven el 80% de su tiempo buscando en la naturaleza su comida.
“Entonces, lo que hacemos en muchos animales, como el oso, por ejemplo, es entregarle la comida en forma entretenida, como pescados congelados, helados con frutas, y así pueden estar horas comiendo”. Además, Idalsoaga explicó que en muchos zoológicos, no solo se limitan a dar comida congelada a los animales, sino que también instalan de forma permanente un sistema de lluvia artificial que los animales siempre agradecen. Por otro lado, los primeros animales que recibieron su ración congelada en Sudáfrica, incluso posaron para las cámaras.