A partir de 2005, las flores son las protagonistas y anfitrionas de las exposiciones de arte que ofrece el Museo Provincial Casa del Portal durante la Fiesta de las Flores y las Frutas (FFF). Esta tradicional casona de estilo republicano, construida en piedra pishilata, es uno de los contados bienes que resistió los embates del terremoto del 5 de agosto de 1949. En sus 2 plantas hay 10 salones donde se realizan diversas actividades gratuitas durante el transcurso del año.

Durante la FFF este museo concentra a más de 40 mil visitantes de todo el mundo que llegan para observar las exposiciones de arte clásico y contemporáneo, y de los diversos diseños florales.

“Parte de la identidad de nuestra fiesta es aquello que le dio su nombre, debido al especial cuidado y gusto que los ambateños y tungurahuenses dedican a las flores y a los huertos. Complace ver la alegría de propios y foráneos al encontrarse con miles de flores que los invitan a adentrarse en el arte, en nuestra cultura, en otra experiencia de ir al museo”, afirma Fernando Naranjo, prefecto de Tungurahua.

Al ingresar a la exposición, la sorpresa recorre todo los sentidos, el color y las formas cautivan al primer vistazo, la fragancia concentrada de casi 40 mil rosas invitan a quedarse y contemplar cada detalle, mientras, el regocijo es general al notar que se está en un momento mágicamente floral.

‘Universos Florales’ será la temática para este año. Quienes decidan ir a Ambato en el feriado de carnaval conocerán en toda su dimensión el significado de un tributo a la naturaleza y la vida.

Los registros históricos y los relatos de quienes vivieron o conocieron Ambato en los siglos XIX y XX describen a esta urbe, de 504 mil habitantes, como un lugar de clima primaveral y cuyo suelo, especialmente en la antigua entrada a la ciudad, por el sector de Ficoa, cubierto de frutas.

“Claudias, duraznos, albaricoques, abridores, capulíes, manzanas y peras caídas en el suelo o colgando de las ramas, aportaban un exquisito aroma al ambiente, tengo aún ese dulce recuerdo, porque además, mis ojos descubrían en cada casa hermosos jardines, cada balcón o terraza tenía flores, muchas flores”, recuerda Olga Silva, una quiteña de 83 años que conoció Ambato en su adolescencia.

Este era el panorama cotidiano de los ambateños, tal era la producción frutícola y floral que la comercializaban en todo el país. Hace más de 50 años, cuidar esa tradición fue un imperativo para los lugareños, por lo que fundaron el Club de Jardinería Ambato para conservar especies endémicas florales y vegetales.

Nikolay Pangol, director de desarrollo humano y cultura provincial, señaló que el arte floral del museo acogió las propuestas de artistas de fama internacional como Esteban Pozo, Susana Soria, Amber Laree y otros quienes ‘visten en flor’ los patios, balcones, columnas, pasamanos y techos del museo. Aquellos creativos concibieron diseños florales a gran escala en los que se usaron más de 50 mil tallos.

La visita al museo es más que una cita con el arte, es una oportunidad para conocer el significado de una de las más estéticas y patrimoniales expresiones culturales del país.

Se trata de una exposición de arte y diseño floral que se consagra como única en el país.