Mariuxi Balladares encarna la potencia de lo animal

El catalizador de la escritura de Animal (editorial La Caída), el primer poemario de María Auxiliadora Balladares, parte de su propia experiencia como persona respecto a los animales. La autora guayaquileña percibía una sensibilidad particular con los animales, incluso, a veces, más grande que con los seres humanos, por lo que tuvo la necesidad de dar cuenta de esas tensiones a través de la palabra.

“Hasta cierto punto lo humano deja de sorprenderte y lo animal, no. Hay algo que me encanta y me conmueve de los animales, y hay ocasiones en que también me espantan. En el libro no planteo una relación de idealización, sino una apertura total a la posibilidad de sentir la animalidad”, dice Mariuxi, quien ahora incursiona en la poesía luego de haber publicado su primer libro de cuentos, Las vergüenzas (La Caracola Editores), en 2013. 

El poemario está dividido en tres partes. En la primera, titulada ‘Animal’, la voz poética es la de los animales y arranca con un poema basado en una imagen del cuento ‘¡Era la mamá!’, de Joaquín Gallegos Lara, que aparece en Los que se van. En este se recrea la escena en la que un chancho se ha comido a Ranulfo.

María Auxiliadora Balladares

La escritora guayaquileña también ha publicado el cuentario Las vergüenzas.

“Si en mi poza / cae el cuerpo de un hombre, / y la mano de otro hombre no me ha dado de comer, / mis dientecitos apenas afilados /se comen su cuello, / luego su pecho. / Cuando me siento lleno, me acuesto de lado, / y siento la piel y la carne mezclarse bien / adentro. / Luego, entre sueños, / me parece oír a alguien gritar / ‘Ay, Ranulfo, ay’ , dice el chancho a través de la voz de Mariuxi en ‘A veces miramos de frente’. 

En la segunda parte del libro, ‘Seguir al animal’, habla el humano, quien toma conciencia de lo animal. Estas voces poéticas plantean una relación con el animal  que es material, física. Pero esa conciencia, en ocasiones, nace del dolor que podemos provocar a los otros.

Un fragmento del poema ‘Mariposa’, dice: “La lastimé, / con fuerza brutal, / alcohólica. / En parte, su ala derecha se deshizo / sin que este otro lado mío / pudiera hacer nada. / Voló y se fue por su cuenta. / Yo me quedé con polvo / de ala de mariposa en la mano”.

En la última parte de Animal, ‘Devenir’, los poemas son “deleuzianos-guatarianos”, pues se basan en lo que los filósofos franceses escribieron en el capítulo ‘Devenir animal’, que está En mil mesetas: Capitalismo y esquizofrenia. Ellos plantean la potencia de la animalidad que habita en nuestros cuerpos, “que no es precisamente la transformación de La metamorfosis de Kafka, sino dejar que nuestro cuerpo se potencia a partir de la animalidad”, explica Mariuxi, cuyo libro fue ganador de los Fondos Concursables del Ministerio de Cultura y Patrimonio, y los poemas están acompañados con ilustraciones de Eduardo Adams, David Kattán y Luiggi Raffo.

Desde que Mariuxi concibió Animal, siempre supo que debía tener imágenes, por lo que eligió a tres personas que trabajaran con estilos distintos. “Siento que este es un poemario que no se podía clausurar, por ejemplo, en la densidad de las ilustraciones de Kattán, pero hay algunos poemas que se prestan para esto. Mientras que hay otros que son coloridos, como las ilustraciones de Raffo; y otros más sutiles, como las imágenes de Adams”.

David Kattán comenta: “Animal es un libro intenso, cargado de imágenes que vibran entre atmósferas apacibles y agresivas, desplegando una inmensa gama de posibilidades creativas. Pienso que el movimiento de cada texto, su metamorfosis inaprensible, dificulta, si no imposibilita, un trabajo verdaderamente ilustrativo. En realidad, lo que queda es el trajín de escenificar el encuentro con el poema, un accidente que consiste en transformar, a tientas, la experiencia de la lectura en un pasaje para el devenir”.

Daniela Alcívar Bellolio, quien escribió la contratapa de la obra, expresa: “Los registros de lo animal se abren, se despliegan, se acumulan, se apelmazan y se dispersan en el catálogo atípico del libro de María Auxiliadora. La cadencia dibujada por las partes de este volumen figura una posibilidad de vida: entre el imposible, el siempre ajeno yo animal, y el ineluctable y violento yo humano (...)”.

La obra será presenta hoy, a las 19:00, en el Casa Carrión. Gabriela Ponce Padilla presentará el libro. (I)