Corporación Zona Escena exhibe sus costuras de grupo
Los integrantes de Zona Escena juegan frente al público. De entrada, Michelle Mena, una de sus miembros, se para frente a los espectadores para dar la bienvenida a un espectáculo que aún no empieza.
Se enreda con la idea de una presentadora que no sabe bien qué decir, con saludos protocolarios -que se vuelven indiscretos y accidentados-. Todo está en proceso.
De pronto salen otras dos integrantes. Se movilizan, bailan alrededor de la mesa de la máquina de coser, esa con las que hacen sus producciones de grupo. Rodean la refrigeradora que les ha quedado de réplica.
A escena entra un hombre en guayabera -más tropical de lo normal- encerrado en una caja de cartón sobre su cabeza, con lo cual se ve -aparentemente- siempre feliz. Con su mano guía un carro a control remoto que va rápido por el escenario y al acecho de lo que ocurra. “¿Qué muy machito?”.
La escena se altera con el acto desesperado de sus protagonistas por querer fotografiarlo todo.
La intimidad de la escena está en pantallas gigantes, sin que los documentados se perturben por ello. El espacio, aparentemente público, está secundado por su registro sin sentido.
Como si estuvieran en una fiesta y fueran la banda de entretenimiento a cargo, anuncian quién es cada uno. Maribel Domínguez asume el rol de la mejor bailarina de Ecuador, después de Carla Sala, claro. Vanessa Guamán es la integrante de los Rolling Stone, un grupo universitario que recibe el nombre por sus largos años de estudio sin que ninguno de sus miembros termine el proceso académico.
Mena es la más sexy del grupo, delatan sus autorretratos en Facebook, la que canta sola en su vestido al estilo de Marilyn Monroe. Mario Suárez es un aficionado al folclor como lo delata, a veces, su zapateo y su camisa. El director Jorge Parra está tras escena y tal vez sea un poco de cada uno.
Las escenas son parte de la propuesta escénica de Huésped, la obra con la que la agrupación anfitriona de Fragmentos de Junio abriría el ciclo de presentaciones de este encuentro ayer, en Muégano Teatro, en la zona rosa.
Se trata de la reescritura de una obra original de Magdalena Brezzo. En 2015 presentaron una versión libre de este trabajo y, ahora, han planteado una nueva puesta en escena desde el laboratorio que integran.
Se trata de una “respuesta desde nuevos hallazgos y diálogos, a partir de nuestra cotidianidad creativa. Es un show íntimo y expuesto desde el juego del grupo”, dicen en la sinopsis de la obra.
Para Jorge Parra, se trata de un “vacilón”, un poco de lo que piensa y sobre lo cual satiriza cada uno de los miembros de este grupo. Es un poco de quiénes son como grupo.
La obra, que parte de un trabajo de improvisación pretende “abordar el cuerpo como un espacio para hospedar a otras disciplinas, el hospedaje del otro, hospedajes múltiples que conforman una idea del propio cuerpo que se hospeda a sí mismo”, dicen los autores.
“Huésped es un cuerpo intervenido que hospeda al cuerpo doméstico, al cuerpo narrado, al cuerpo como registro, al cuerpo como objeto, caja, mueble, foto, y al cuerpo como cuerpo”, agregan.
Con esta obra sobre las reglas que, a veces se juegan en el grupo, se inauguró Fragmentos de Junio que tendrá funciones en espacios como Muégano y la Uartes.
En esta edición se presentarán agrupaciones de Suiza, España, Costa Rica, México, Hungría y Brasil, además de Ecuador. Las funciones son hasta el 30 de junio. (I) et
Premio
Daniel Abreu
El bailarín español acaba de recibir un premio de danza en España. En Ecuador presentará la obra Cabeza. El trabajo trata de las fantasías del autor.
6 países con distintas agrupaciones presentarán su trabajo en el encuentro.
Las sedes
Una de las sedes es Muégano Teatro, en el Callejón Magallanes. Además del Teatro Sánchez Aguilar, la Casa de la Cultura y la UArtes.