Watterson, Moore y Otomo compiten en Festival de Angulema
En una edición dedicada a los 50 años de Mafalda, el Festival Internacional de la Historieta de Angulema (en el suroeste de Francia), que iniciará el jueves, tiene este año como finalistas al Gran Prix a tres autores que han marcado la época actual del cómic y el manga: Alan Moore, Bill Watterson y Katsuhiro Otomo. Uno de ellos será premiado el próximo domingo.
Watterson, creador del popular cómic estadounidense Calvin & Hobbes, ya había ganado en 1992 en Angulema el premio a mejor álbum (que se entrega a los dibujantes), mientras que en la misma categoría, Moore ha hecho ganadores a dos de sus historietistas: Dave Gibbons (1989) por Watchmen y a David Lloyd en 1990, por V for Vendetta.
Por su parte, Otomo, creador de Akira, manga reconocido a nivel mundial, participa por primera vez en el Gran Prix, el mayor premio de Angulema, que reconoce a un autor por la obra de toda su vida.
En ese rubro también destacan el programa el cómic asiático, la mirada política del holandés Willem, o la Primera Guerra Mundial vista por el francés Tardi.
Tras la protesta de una mayoría de exlaureados del Gran Prix, que se negaron a participar en el nuevo sistema de votación, este año el galardón del festival dependerá únicamente del sufragio de los autores.
Distribuidos en cuatro categorías -selección oficial, patrimonio, juventud y policial- 62 álbumes se disputarán además otros nueve premios este domingo.
Más de 200.000 festivaleros tomaron por asalto la capital mundial de la historieta el año pasado y los organizadores también esperan que haya afluencia en esta edición, pese a los problemas financieros recurrentes del festival y de una merma del mercado del cómic en Europa por la crisis.
El festival recibirá a unos 200 autores, en una edición marcada por la mirada que el género pone sobre el mundo real, sobre todo a través del homenaje a los 50 años de Mafalda, protagonista de la popular tira, traducida a más de 20 idiomas.
El argentino Quino no podrá asistir al evento, pero su heroína Mafalda, símbolo de anticonformismo contra el mundo de los adultos y espejo de la clase media de la época, será el centro de una gran muestra decorada tal como el apartamento en que vivía con sus padres.