Vita Sackville-West, más allá de Virginia Woolf
Vita Sackville-West (1892-1962) se desempeñó en los oficios de la escritura y jardinería, e inspiró un personaje clave de Virginia Woolf (1882-1941), Orlando, nombre homónimo de la novela que narra la conversión de un hombre en mujer.
A pesar de que la primera referencia a Sackville-West sea la autora de Las olas, esta mujer de rasgos andróginos que escribía semanalmente en The Observer sobre sus destrezas en la jardinería, también fue una prolífica autora de libros fundamentales como Los eduardianos, Seductores en Ecuador; el heredero o Toda pasión acabada, que fue publicada en español hace poco por Alfaguara.
Perteneciente a una familia noble (llena de escándalos), ganadora del prestigioso premio Hawthornden y nieta de la bailarina gitana malagueña Josefa Durán, Vita Sackville-West -quien nació hace 126 años- perteneció al grupo de Bloomsbury y creció en Knole House, Kent, una casa que se asemejaba a “un pueblo medieval con sus torrecillas cuadradas y sus paredes grises, sus cientos de chimeneas que envían hilos azules al aire”, según Rachel Cooke en The guardian.
Llena de ambigüedades e ironías, Sackville-West también escribió profundas biografías sobre mujeres como Juana de Arco, Aphra Behn, Teresa de Jesús y su célebre abuela bailarina, ‘Pepita’.
Epistolario amoroso entre dos mujeres vitales de la literatura
Virginia Woolf estuvo casada hasta su suicidio en 1941, pero mantuvo durante toda su vida relaciones con mujeres, y fue con la aristócrata Vita Sackville-West con quien “culminó” sus deseos y fantasmas, un romance que la española Pilar Bellver recrea en el relato epistolar A Virginia le gustaba Vita.
Virginia Woolf, la escritora “feminista por excelencia”, y Vita Sackville-West, “casi como la lesbiana oficial de la aristocracia inglesa”, fueron revolucionarias y pioneras de la élite londinense del siglo XX, dos escritoras casadas que, a pesar de ello, ya se habían enamorado anteriormente de mujeres.
“Lo tenían las dos muy claro”, explica a EFE Pilar Bellver, autora de A Virginia le gustaba Vita, un relato epistolar en el que la “imaginación” rellena los íntimos momentos que mantuvieron Woolf y Sackville-West.
Son muchas las cartas y los diarios que dan cuenta de la relación romántica que vivieron las dos escritoras desde que se conociesen el 14 de diciembre de 1922, pero Bellver hace de esta obra ficticia, con base biográfica, una “aportación” de aquellos detalles que no se conocen.
“He contado lo que, después de tantas páginas de diario, no está contado. La noche de amor entre ellas, esas noches que nos faltan, la fantasía, lo que no llegaron a decir”, asegura la escritora Pilar Bellver. (I)
Novela
Toda pasión apagada
Esta es considerada la mejor novela de Vita Sackville-West convertida en un clásico.