Venezuela logró su primer Goya, en una gala marcada por las protestas
Argentina y Venezuela pusieron la nota latinoamericana en los Premios Goya del cine español, al ganar el premio al mejor filme de animación y a la mejor película iberoamericana, respectivamente, en una gala que estuvo marcada por las protestas por los desahucios y críticas a las autoridades de Cultura por su ausencia.
El filme venezolano "Azul y no tan rosa", de Miguel Ferrari, fue el ganador en el apartado de mejor película Iberoamericana, frente a "La jaula de oro" (México), "El médico alemán" (Argentina) y "Gloria" (Chile).
"¡Este es el primer Goya para Venezuela!", gritó emocionado Ferrari, tras lograr el galardón, acompañado de gran parte del equipo de una película que habla de un tema problemático en gran parte de América Latina, la homosexualidad.
Desde Caracas, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, felicitó al elenco del filme. "Primera vez que una película venezolana obtiene este premio de la Academia de cine de España. ?¡Qué viva Venezuela!!!!", escribió Maduro poco después de conocerse el premio.
Ópera prima de Ferrari, autor también del guión, y una de las películas más taquilleras de la historia de Venezuela, "Azul y no tan rosa" narra la historia de Diego, un fotógrafo homosexual encarnado por Guillermo García que decide formalizar su relación con su novio Fabrizio yéndose a vivir con él.
La última vez que una película venezolana quedó nominada a un Goya en la categoría de Mejor Película Iberoamericana fue en 1999, con "Amaneció de golpe" de Carlos Azpurúa, sobre el fallido golpe de Estado liderado por el fallecido líder Hugo Chávez en 1992, seis años antes de que llegara al poder.
También para el cine latinoamericano, aunque en coproducción con España, se fue otro premio de la noche, el de mejor película de animación, que fue para "Metegol", del argentino Juan José Campanella.
La primera incursión del director de "El secreto de sus ojos" en el cine de animación se saldó con el Goya tras haber recibido el reconocimiento de la Academia argentina, además del apoyo total del público que acudió masivamente a las salas.
"Vivir es fácil con los ojos cerrados" consiguió 6 de los 7 galardones a los que optaba, entre ellos el de mejor película y mejor director, David Trueba.
Pero la película que se llevó más premios Goya fue "Las brujas de Zugarramurdi", que consiguió 8 de los 10 premios a los que estaba nominada.
Protestas se cuelan en alfombra roja
En términos generales, la gala de los Goya se caracterizó por un alto contenido político debido a la ausencia del acto del ministro español de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. También estuvo marcada por las manifestaciones en contra de los desahucios.
La mayoría de los actores y cineastas que participaron en la gala criticaron la ausencia de Wert y la política del Gobierno en lo que se refiere al cine. Uno de los más explícitos fue Javier Bardem, que afirmó: "Nuestro cine está muy por cinema de nuestro ministro de anticultura".
En tanto que, antes de que iniciara la ceremonia, unas 200 personas protestaron frente a la alfombra roja del hotel Auditorium de Madrid. Al grito de "Sí se puede" mostraron su malestar por los miles de desahucios que se ejecutaron en España en los últimos años, en medio de una crisis económica que impidió a muchas familias hacer frente al pago de la hipoteca de sus viviendas y que incluso llevó a algunas personas al suicidio.
Activistas antidesahucios, figurantes de películas y trabajadores de Coca-Cola -afectados por los más de 1.200 despidos que anunció la multinacional en sus fábricas- lanzaron proclamas bajo la lluvia y agitaron pancartas a la llegada de los protagonistas de la noche.
Los del colectivo figurantes, por su parte, quisieron aprovechar la mayor fiesta del cine en España para reclamar mejores condiciones salariales. Varios actores y cineastas se acercaron hasta los concentrados y hasta posaron ante las cámaras con una pegatina de la plataforma "Stop desahucios".
