El rol protagónico de la mujer en el contexto social, ideológico y económico en la sociedad neolítica se pone de manifiesto en la muestra sobre la figurina de Valdivia.

Se trata de un conjunto de más de 300 piezas arqueológicas que se exhiben en una de las salas del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC), de Guayaquil.

Este trabajo es fruto de la investigación a cargo de Mariella García. La muestra comenzó a inicios de este mes y prevé continuar durante todo el año 2020.

 La exposición se denomina La Figurina Valdivia: El Ícono Americano de la Revolución Neolítica, la relevancia de lo femenino en los inicios de la revolución neolítica.

Para García, la figurina Valdivia es un elemento esencial de la época neolítica (4.000 AC), de la revolución agroalfarera de la costa ecuatoriana; “es un momento en que el hombre y la mujer dejan de ser trashumantes y se sedentarizan, eso nos permite mostrar la identidad de estas sociedades tempranas que se empiezan a complejizar”.

La sala donde se exhiben las piezas están divididas en segmentos, según las épocas, donde se explica en cada área cómo las formas de la figurina cambian a lo largo de 2.000 años.

Durante el recorrido, con la explicación guiada, se muestran figurinas tatuadas, con taparrabo, conjuntos de vasijas, formas hermafroditas, con máscaras, además de diversas representaciones zoomorfas.

En la última área se adecuó un espacio para la interacción con los visitantes, especialmente con estudiantes quienes pueden graficar sobre un lienzo lo que observaron durante la exhibición.

Según García, lo que llama la atención es la representación de la sexualidad. A su criterio, esto puede comprenderse en que estas formas trascienden lo biológico, “es como un icono de la fertilidad que se extiende a la producción agrícola”.

“Las formas fálicas están presentes  en la dualidad masculina y femenina, también se encuentran formas asexuadas (sin una representación sexual definida) y figuras en estado de gravidez”, recalca la investigadora.

Como contexto, sostiene que la cultura Valdivia (3900-1800 a. C) marca el inicio de la sociedad agroalfarera de la Costa, como la aparición de la agricultura y de indicios de costumbres ceremoniales y domésticas, enterramientos y actividades rituales. 

Los pobladores de esta época comenzaron a manejar el medio ambiente que se caracterizó con las tierras bajas (bosque tropical seco, faja costera, sabana ondulada, manglares, cuencas hidrográficas), que caracterizan a esta sociedad.

De esta manera la figurina Valdivia es una de las protagonistas de una sociedad agrícola asentada hace más de 5500 años en las tierras bajas del Ecuador.

Su presencia y recurrencia durante 2.000 años en la vida cotidiana y ritual de Valdivia visibiliza la importancia de la mujer ocupando espacios domésticos y de poder.

La propuesta pone de relieve el rol social e ideológico de la figurina en sus diversas representaciones, durante 2.000 años y visibiliza el protagonismo de la mujer en sociedades agrícolas y alfareras.

En el primer tramo del recorrido se exhiben vestigios del sitio arqueológico Real Alto (península de Santa Elena), junto con otras colecciones de Emilio Estrada y Presley Norton, que ha  podido definir en forma cronológica su desarrollo.

Esta representación sugiere, según García,  que la mujer en esa época asumió diversas actividades y tareas, domésticas, reproductivas, tanto biológicas como sociales, ideológicas o económicas, reconocidas en una sociedad neolítica.

La figurina es interpretada como la reproducción simbólica de una estructura social doméstica y ceremonial, con un modo de vida aldeano, con producción agrícola y producción alfarera.

Este recorrido de cambios y transformaciones en la figurina concluye que el protagonismo de lo femenino sigue vigente, desde una mirada del arte ancestral que transciende al contemporáneo, como un referente femenino, intérprete de la historia de nuestro pueblo prehispánico.

Como dato adicional, el MAAC tiene previsto extender su horario de visitas, que por lo general  son de 09:00 a 16:00, pero la idea es que la jornada se extienda hasta más tarde para facilidad del visitante.  (I)