“Una relación simbiótica entre público y realizador”
Un desayuno fue el escenario propicio para que algunos de los directores de cine ecuatoriano, que participan con sus películas en la XII edición del Festival EDOC 2013, discutieran sobre el oficio, los espacios de exhibición y el apoyo estatal.
El conversatorio entre los cineastas y varios medios de comunicación se llevó a cabo en medio de un acalorado debate sobre la creación de políticas públicas que protejan y promuevan la producción audiovisual del país.
En total cuatro directores fueron invitados al desayuno, cada uno explicó, a manera de síntesis, el contenido del material audiovisual con el que participan en esta edición de los EDOC.
Gerardo Merino (ChuroFilms) habló sobre “Tierra Adentro”, muestra audiovisual que da cuenta de la catástrofe que se vivió en 1949 en Pelileo, ciudad ubicada en el centro norte del país. Iván Mora Manzano trató sobre el documental “La abuela tiene Alzheimer”, material que es parte de la sección DOC-TV.
Juan Rhon, por su parte, mencionó que el documental “¿Quién es X. Moscoso?” aborda de manera real y cotidiana la vivencia personal que tuvo con Xavier Moscoso, amigo y compañero de trabajo, mientras realizaban un documental en Estados Unidos, trabajo que cambió de rumbo mientras fue rodado y terminó convirtiéndose en un diario de campo personal de Moscoso.
Pocho Álvarez, autor del documental “Pieldolor”, explicó que su trabajo recoge impactantes testimonios de mujeres mutiladas y agredidas por sus parejas, así como los de policías, activistas y artistas mujeres que dedican su vida a luchar contra la violencia de género. El documental denuncia y visibiliza la vergonzosa realidad que vivimos, afirmó Álvarez.
El punto central que generó debate entre los cineastas ecuatorianos es la necesidad de una política pública más solvente, en cuanto al apoyo y financiamiento a la producción audiovisual que se trabaja en el país.
Según Álvarez, hablando del financiamiento estatal a gestores culturales y proyectos audiovisuales, la comunidad ecuatoriana diversa debe entender que el cine es el derecho; no solo es el derecho a hacer cine: el cine ecuatoriano se hace con su público y el público hace el cine también.
En este sentido, aclaró Álvarez, es necesaria una política pública que no solo se trate de crear fondos, que indudablemente ayudan, sino que se trata de crear una directriz que reconozca la importancia del cine y el audiovisual. No hay que olvidar que Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial adoptó el cine como una política prioritaria.
Con respecto al proyecto de Ley de Cultura y sus efectos sobre el área audiovisual, Álvarez y Medina observaron preocupados que esta normativa, en una transitoria, elimina la Ley de Cine y de esta manera se excluye también toda la actividad cinematográfica del país.
Por ello, explicaron los cineastas, se debe fortalecer la exhibición, no solo la producción cinematográfica. Se deben crear salas para que los documentales y la producción audiovisual se pueda transmitir y de esta manera crear una relación simbiótica público-realizadores.
Para Merino, las políticas culturales deben ser más integrales, para ello se debería crear una política de coproducción, tanto interna como externa, que no se enfoque solamente en la búsqueda de financiamiento, sino también que abarque lo artístico, la distribución y la propia producción, precautelando que esta no se concentre solamente en las grandes ciudades.
“El apoyo financiero proveniente del Estado no debe direccionar el contenido de la producción audiovisual”, acotó Merino.
EN GUAYAQUIL EL FILME LA MUERTE DE ROLDÓS LLENÓ LA SALA DEL MAAC CINE
Como en años anteriores, los Encuentros del Otro Cine (EDOC) en su duodécima edición copó las 340 butacas de la sala de proyección del Centro Cultural Libertador Simón Bolívar, mejor conocido como MAAC Cine. Como en Quito, en la cita inaugural, faltó espacio para acomodar a la concurrencia, en Guayaquil se tomaron precauciones.
Desde el sábado pasado se repartieron boletos de cortesía. Y la convocatoria fue tal que, aparte de la función de las 20:00, se programó una adicional a las 21:30. En gran parte fue gente joven que vio en estreno La muerte de Roldós, filme ecuatoriano realizado por Manolo Sarmiento y Lisandra Rivera.
Durante la proyección se escucharon en dos momentos aplausos. El primero fue cuando Jaime Roldós llamó “Recadero de la oligarquía” al ex presidente León Febres-Cordero; el segundo, cuando ofreció su último discurso, aquel fatídico 24 de mayo de 1981 en el Estadio Olímpico Atahualpa.
Previo a la segunda función ya había gente -que presenció la primera- que hablaba sobre la película afuera del MAAC Cine. “No es posible que recién se cuente esto”, “Esto he tratado de olvidarlo”, “Fue triste aquel día”, “Este Sorroza fue un traidor”, fueron frases que se escuchaban de personas mayores a 50 años. Los jóvenes, la mayoría, aguardaban en silencio, en espera de la reconstrucción de aquella historia.